En 1995, Ana María Barragán y Santos Álvarez abandonaron Michoacán, junto a sus primeros cuatro hijos se establecieron en Juanacatlán, en el estado de Jalisco. En esta localidad, el padre de la familia comenzó su negocio en la venta de aguas, helados y paletas, pero no lo hizo sólo, pues a su lado estaba uno de sus hijos, que a la postre se convertiría en el boxeador mejor pagado de México, se trata de Santos Saúl Álvarez Barragán, el “Canelo”.
El pugilista mexicano empezó a laborar con su papá desde los cinco años. Le ayudaba a vender paletas y preparar aguas. Este trabajo le duró alrededor de 15 años y le hizo ganar sus primeros pesos mexicanos, antes de convertirse en una estrella del boxeo.
En una anécdota contada por su padre, Saúl Álvarez no empezó con el pie derecho su etapa como vendedor, pues el primer día que tuvo que subirse a los camiones para ofrecer la mercancía el pequeño “Santitos” regresó con las paletas derretidas; sin embargo, eventualmente mejoró sus habilidades en la materia, incluso llegó a cobrar 700 pesos a la semana.
A pesar de que desde los 10 años recibía burlas por su color de cabello y las pecas en su rostro -razón por la cual le llegaron a apodar Canelitas-, la estirpe de Álvarez siempre salió a flote, en especial cuando su hermano Rigoberto El Español Álvarez, quien en ese entonces ya se desenvolvía como boxeador profesional, decidió comenzar a entrenarlo.
“Saúl me empezó a decir que quería ser boxeador cuando iba a cumplir 11 años”, mencionó Rigoberto en una entrevista para TV Azteca. “Se me enchina la piel de pensar la vez que lo vi llorar y soltar unos golpes que, para esa edad, eran algo diferente”, detalló.
Así fue como antes de cumplir 15 años, el Canelo ya entrenaba para convertirse en boxeador profesional de la mano de su hermano mayor. El Español comenzó su carrera como entrenador a la par que su hermano en búsqueda del éxito nacional; con apenas 16 años, Saúl se convirtió en campeón del estado de Jalisco en peso wélter.
Exactamente fue un 31 de agosto de 2007 cuando Álvarez ganó su primer cinturón. Fue ante Ricardo Cano en el Coliseo Olímpico de Guadalajara, la victoria llegó por decisión unánime en 12 rounds. Aquella noche comenzó el ascenso meteórico del Canelo.
Tres años después, ya con Eddy Reynoso en su esquina y con una marca de 33 peleas invicto, el jalisciense obtuvo su primer cinturón mundial sin límite de edad. En apenas seis rounds y con 19 años venció a Luciano Cuello, por lo que obtuvo el cetro del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en las 147 libras.
A partir de aquí, el camino de Canelo estuvo bien arropado por distintas televisoras que facilitaron los buenos contratos que empezó a firmar por su calidad, carisma y estilo, pues enseguida vinieron 8 retenciones de título y uno más de unificación, hasta la millonaria pelea contra Floyd Mayweather Jr.
Aquella pelea es considerada como la tercera más lucrativa de la historia, donde el Canelo se embolsó alrededor de 12 millones de dólares a pesar de caer por decisión dividida ante el campeón invicto, por su parte su rival se llevó cerca de 41 millones de dólares.
Este combate posicionó a Saúl Álvarez como uno de los deportistas mejor pagados del país, pero todavía lejos de lo que hoy en día acumula. Pues, de acuerdo con la revista GQ, quien en algún momento fue apodado como “Santitos” hoy en día tiene una fortuna valuada en los USD 140 millones.
Esta cifra estimada es sin contar el último contrato que firmó con DAZN en el 2018, cuando a cambio de 11 peleas iba a percibir USD 365 millones, pero tras la pandemia ocasionada por el COVID-19 y su ruptura de contrato con Golden Boy Promotions, aún se desconoce cómo afectará en sus próximas ganancias.
La fortuna de Saúl Álvarez continúa recolectando dólares todos los días, pues más allá de los USD 30 millones que promedió en sus últimas tres peleas contra Yildirim, Smith y Kovalev, el tapatío es patrocinado por marcas de alto calibre como Dolce Gabbana, Henessy y Value, entre otras con las que suma más de USD 2 millones al año.
Con 30 años cumplidos, el Canelo recuerda con gusto sus inicios en Juanacatlán en la nevería de su padre que sigue vigente y honra sus primeros entrenamientos en el gimnasio con su hermano. Presume de ello en redes sociales y lo combina con su excéntrico estilo de vida, pues las enormes cantidades de dinero que factura año con año le permiten lujos al alcance de muy pocos.
La próxima gran bolsa de billetes verdes que ganará será en el AT&T Stadium, casa de los Vaqueros de Dallas, donde tendrá un aforo aproximado a las 80 mil personas a pesar de la pandemia. Peleará contra Billy Joe Saunders el 8 de mayo y, aunque aún no son públicas las ganancias, se espera un promedio similar a las últimas.
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