Jugar una final del mundo contra Cristiano Ronaldo es algo que no se da todos los días. Néstor Ortigoza puede contarlo porque lo vivió en aquel partido por la final del Mundial de Clubes de 2014 donde el Real Madrid le ganó 2-0 a San Lorenzo. El encuentro dejó muchas anécdotas y una de ellas es lo peinado que estaba el artillero portugués y su perfume, según recordó el actual volante de Estudiantes de Río Cuarto, equipo de la Primera Nacional.
“Son grandes jugadores, pero son de carne y hueso. Nunca pensaba, ‘ah, no, Cristiano’. Sí por ahí cuando estuve en la fila ¡Apa! Lo vi todo peinado y van 30 minutos y seguía peinado, me llamaba la atención. Pasá la data, ¿viste? Después, no, normal... También el perfume que usaba era terrible, él doblaba y yo seguía derecho, no me acompañaba (risas)”, contó en diálogo con el programa El Interior Futbolero (TNT Sports).
Fue el 17 de diciembre de ese año cuando el equipo merengue llegó al certamen que se disputó en Marruecos por haber ganado una nueva Champions League y el Ciclón por obtener su por ahora única Copa Libertadores, cuyo partido de vuelta en el Nuevo Gasómetro venció por 1-0 a Nacional de Paraguay con un gol de penal de Ortigoza.
En la entrevista también contó otras historias como la vez que estuvo a punto de dejar el fútbol en sus inicios. “Tuve siempre a mi papá. No recuerdo estar en Inferiores y no tener a mi papá en un partido. Yo siempre hablaba, hubo momentos también en los que yo tuve un bache, que yo quería dejar, él me decía que ‘siga, que no, que cómo voy a dejar, si hice ocho por qué no voy a hacer 9, y si hiciste nueve hacé diez’”, relató.
“Quería dejar porque no me tocaba la oportunidad. Creo que le pasa a todos los chicos, que tienen un bache, que hoy me doy cuenta y lo puedo decir, ‘le tocó a él, y cuándo me va a tocar a mí'. Ahí es donde digo que es fundamental la familia. Cuando sos chico no tomás la dimensión de lo que está bien o lo que está mal. Yo me voy de joda hoy, lo hacés una vez, dos y a la tercera ya empezás a decaer y a la cuarta ya se da la más fácil. Cuando vos tenés una familia atrás, te hablan, te aconsejan. Mi viejo no se cansó -por suerte- porque me aconsejaba, me hablaba, de vez en cuando me metía un par de coscorrones”, agregó.
También se refirió a sus inicios en los potreros donde comenzó a jugar campeonatos de penales por plata: “Un día voy a jugar un partido con mi tío Manuel. Luego me hizo practicar penales y me llevó a jugar un campeonato de penales por plata. Hasta que un día me dijo ‘definí vos’. Era a un solo pateador y recuerdo que estaba re nervioso, pero lo hice. Lo tengo bien patente, fue en Moreno, y fue mi debut en un potrero y rodeado de gente y agarré mucha plata ya que el reparto era en partes iguales. Le agarré el gustó y jugué varios campeonatos más. También atajé y por eso el potrero fue mi facultad”. Ortigoza luego como profesional tuvo una alta efectividad en el remate desde los doce pasos.
El volante hoy es uno de los baluartes de Estudiantes de Río Cuarto que jugó el Reducido por uno de los ascensos a la máxima categoría. Hoy el equipo cordobés marcha penúltimo en su zona en la Primera Nacional, donde tras cuatro fechas disputadas aún no consiguieron la victoria.
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