El comentarista deportivo Christian Martinoli es una de las figuras más emblemáticas de la narración deportiva, la elocuencia y naturalidad con la que describe cada encuentro deportivo lo ha llevado a ser una figura de Azteca Deportes y ser recordado por cada una de sus frases.
En cada encuentro de futbol, Martinoli busca la forma de darle la vuelta a la jugada y decir frases como: “¡Ah no bueno!”, “impresionanti”, “¡magnifique allez Fransua, allez meme!”, “¿Qué está pasando dr. García?”, “Eres dios, Oribe”, entre otras más que escalaron en el humor y originalidad de las transmisiones, además logró llevar la pasión al hogar de todos los seguidores de la señal azteca.
Sin embargo, salta la duda de dónde sale la inspiración y creatividad con la que Christian Martinoli llega a su público. En una entrevista con Javier Alarcón para su canal de YouTube “Entre Camaradas” el comentarista logró revelar de dónde viene el ingenio creativo para sus narraciones.
Destacó que el ámbito familiar en el que creció y el tipo de escuelas en las que estuvo estudiando durante su juventud tienen un impacto en la personalidad que desarrolló Martinoli y que le permitió llegar a todo tipo de audiencia.
La educación de Martinoli está marcada por un constante cambio de escuelas, desde pequeño cursó algunos niveles básicos en Argentina, para su regreso al país vivió en una de las colonias del centro de Toluca; su primaria la cursó en escuelas públicas, conforme creció se incorporó al Instituto México donde fue becado para culminar sus estudios, pero por un bajo rendimiento, indisciplina y el fallecimiento de su abuelo tuvo que regresar a una escuela pública.
Apuntó que los constantes cambios de entorno escolar le permitieron conocer el tipo de “jergas” coloquiales con las que se desenvuelven los niños y adolescentes que estudian la primaria y secundaria: “Aprendí lenguaje, no soy de alburear pero más o menos entiendo, en el Instituto México no se albureaba, pero en la secundaria No. 1 sí se albureaba. En el Instituto México era de ‘qué traes’ y acá en la secundaria hasta madrazos con picahielo”, destacó el periodista.
Justificó que su forma de expresarse, las metáforas o referencias culturales se deben a los ambientes de contraste que vivió a lo largo de su situación de estudiante y le ayudó a potencializar sus discursos cuando tuvo los micrófonos de la narración.
“Viví los dos extremos, a veces medio raros que no me gustaría que existieran pero que existen y que no van a cambiar de nuestro país; he buscado tener un medio para mi forma de actuar y de hablar. Me llevo muy bien con gente de todo extracto social, no deparo ni discrimino”, explicó Martinoli.
Por otra parte, recordó cuando intentó dedicarse al futbol profesional y ahí vivió otro tipo de experiencias ya que al no tener el talento necesario para ser titular siempre fue un jugador de reserva que observaba los juegos desde la banca, el tipo de lenguaje que existe fuera de las canchas fue lo que aprendió en las concentraciones básicas del Toluca FC.
“Al jugar un poco fútbol, no mucho pero un poco me impregné de ‘la pasada por la espalda’, ‘le dosifica’, ‘a la barrera Manuel’, ese tipo de palabras que se dicen en un entrenamiento y que son como un ‘slam’ futbolístico más lo que aprendí en Argentina, pues esa cosa bicultural, disocial futbolística la impregné y salió este emporio asqueroso del que estoy hecho”, añadió el narrador deportivo para Alarcón.
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