Con el comienzo de una nueva temporada de la MLB, la afición mexicana espera un nuevo año donde el talento mexicano brille en el máximo circuito del béisbol, en especial tras el último título que Julio Urías y Víctor González consiguieron con Los Angeles Dodgers en el 2020.
Junto a los últimos dos peloteros, suman 12 los aztecas que han jugado y ganado una serie mundial. Entre ellos hay uno muy particular que ocurrió en el 2009, su nombre es Alfredo Aceves y hasta el momento es el último campeón mexicano con los Yankees de Nueva York.
Alfredo fue uno de los mejores lanzadores que ha dado el país en cuestión de números, pero su polémica personalidad siempre fue una traba en su desarrollo profesional. Aún así pudo jugar siete temporadas en la Gran Carpa, pero en dos instituciones que representan su rebeldía: New York Yankees y Boston Red Sox, los odiados rivales.
El lanzador azteca nació el 8 de diciembre de 1982 en Río Colorado, Sonora y su calidad lo llevó a firmar un contrato con los Blue Jays de Toronto como jugador amateur con apenas 20 años. Encontró sus espacios profesionales en la Liga de Verano de República Dominicana y más tarde en la Liga Mexicana del Pacífico, con los Leones de Yucatán y los Sultanes de Monterrey.
Ojeadores de los Yankees se hicieron de sus servicios en el 2008 y en menos de una temporada ascendió hasta el roster principal en algunos partidos. En mayo de 2009 se convirtió en uno de los relevistas principales, jugó 43 partidos y llegó a tener acción en la serie mundial del mismo año, donde vencieron en seis juegos a los Phillies de Philadelphia.
En total, el pelotero estuvo tres años en la roster Yankee, pero únicamente jugó 59 partidos, hasta que en 2011 firmó un contrato con los Boston Red Sox. Su traspaso llegó tras una temporada sin actividad, producto de dos lesiones, una en la espalda baja y otra por una fractura de clavícula mientras paseaba en bicicleta.
Luego de sus años relativamente tranquilos con los Yankees, en Boston comenzó la tensión provocada por su carácter. Nunca tuvo buena relación con Bobby Valentine, el manager de las medias rojas en aquel entonces, hasta que la situación se volvió insoportable en el 2012, cuando tuvo una fuerte discusión con Dustin Pedroia, segunda base del equipo y referente de la institución.
Aquel año había tenido la temporada más regular de su carrera en la MLB, pues fue el cerrador del equipo y disputó 69 juegos; sin embargo, a partir de las ventiladas discusiones, su caída fue drástica y salió del roster en el 2014, luego de un año con apenas 11 partidos disputados.
A pesar de las polémicas al interior del vestidor de los Red Sox, Aceves recibió otra oportunidad en los Yankees en el 2014, pero luego de 10 partidos en tres meses, el sonorense fue suspendido 50 partidos por dar positivo en dos pruebas antidoping distintas.
Aquel 2014 fue cortado por el equipo de Nueva York y su carrera en las grandes ligas terminó. Recaló a la Liga Mexicana de Béisbol, con los Sultanes de Monterrey, donde en lugar de encontrar estabilidad, continuó con la suma de problemas a su carrera.
Entre sus indisciplinas, la más destacada fue el cabezazo con la visera de su gorra a un umpire, a quien le cuestionó sus decisiones de manera airada y soez, de acuerdo con el reporte de la liga. Fue expulsado del encuentro y posteriormente le suspendieron por el resto de la temporada.
La carrera del pelotero jamás se recuperó. Fue dado de baja por los Sultanes un año después, deambuló en equipos regionales de México y finalizó su carrera en los Saraperos de Hermosillo en el 2017, luego de un auténtico sube y baja de emociones, triunfos y derrotas.
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