Muchas veces el destino es impredecible y si en 2003 alguien le decía a Lee Roche que su futuro estaba en la construcción, no lo hubiese creído, ya que por ese entonces estaba dando sus primeros pasos en el Manchester United. El equipo inglés, que era conducido por Sir Alex Ferguson, contaba con figuras como David Beckham, Fabien Barthez, Ryan Giggs, Roy Keane, Paul Scholes, Diego Forlán y Juan Sebastián Verón, entre otros, y era uno de los grandes candidatos a ganar la Champions League que finalmente conquistó el Milan.
Con semejantes nombre este lateral derecho no contaba con demasiados minutos, pero logró fue titular contra el Arsenal en un duelo de la Copa de la Liga en 2001, luego llegó su debut en la Premier League ante el Newcastle United y finalmente tuvo su estreno en la Champions League ante el Deportivo la Coruña en marzo de 2003.
“Todos los jugadores, desde el primer equipo hasta los canteranos, solían comer en el mismo comedor. Al principio, me daba la vuelta y Roy Keane y Ryan Giggs estaban sentados allí y pensaba ‘guau’, pero me acostumbré. Nadie despreciaba a nadie más y gente como Giggs, David Beckham y Neville habían pasado por el sistema juvenil, así que no había egos. Fue como ser parte de una gran familia”, recordó en diálogo con el sitio PlanetFootball.
Aquel partido ante el equipo español en Riazor fue inolvidable para él: “Entrenamos en su estadio la noche anterior para acostumbrarnos al terreno de juego y prever cómo se desarrollará el partido. Sabía que iba a ser titular por la forma en que el entrenador nos preparó. Obviamente fue fantástico jugar para el United en la Champions League, sobre todo teniendo en cuenta su historial en la competición”.
Su actuación no fue la mejor y fue reemplazado en el entretiempo. El United cayó 2 a 0 aquella noche y pese a que avanzó a la siguiente instancia, Roche no volvió a vestir la camiseta roja. Ferguson le recomendó que sumara minutos en otro equipo de la Premier League, para ganar continuidad y eso intentó. “Un día después del entrenamiento, Sir Alex salió del campo conmigo y me dijo que me iba a Watford, pero que quería quedarme en el norte. Stan Ternent quería llevarme a Burnley, así que firmé por ellos. Sir Alex dijo que si me iba y me probaba a mí mismo, siempre podría volver“.
Roche estuvo dos temporadas allí y luego en el Wrexham, de la segunda división, pero empezaron las lesiones y la falta de ritmo. Así vio cómo la Premier se fue alejando y sus ganas de jugar se fueron diluyendo: “Volvía a casa y no quería ni siquiera ver fútbol en la televisión”.
Con 27 años, este lateral derecho que había sido una promesa del United y que había estado en varias convocatorias del seleccionado inglés sub 18 y sub 21, perdió el hambre por el fútbol y empezó a vagar por equipos del ascenso hasta que optó por colgar las botas. Fue así que a través del sindicato de jugadores profesionales pudo iniciar una capacitación en tareas de plomería y construcción que le permitieron conseguir un empleo formal.
“Algunos compañeros de trabajo en las obras de construcción me preguntaron sobre United y cómo terminé aquí. Puede volverse bastante tedioso, así que no voy a gritar que jugué para el United. Creo que los jugadores jóvenes de hoy deberían entrenarse como algo, para que conozcan el mundo real. La mayoría de ellos probablemente no tengan un plan al que recurrir si no lo logran como profesionales”, contó en la entrevista con PlanetFootball.
Con 40 años, Roche ha creado su propia empresa de remoción de paredes huecas y no se lamenta de nada de lo que hizo como futbolista, aunque sí se reprocha algunos detalles: “Lo único que señalaría es que en el United me conocían por ser muy callado, así que quizás debería haber sido más asertivo y mezclarme más con los muchachos. Me iba directamente a casa después del entrenamiento para pasar el rato con mi propio grupo de amigos. Ahora miro hacia atrás a compañeros de equipo como John (O’Shea) y Darren Fletcher y creo que debería haber sido más como ellos y salir y socializar. Creo que hubiera ido mejor con el United”.
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