En el segundo día de actividades del torneo Preolímpico de la Concacaf, Haití se enfrentó con Honduras para inaugurar los encuentros del grupo B. Sin embargo, el encuentro tuvo un inicio peculiar, pues el equipo caribeño no logró completar a sus once jugadores reglamentarios de campo. Por esa razón, tuvieron que echar mano de un defensor para resguardar el arco, ante la ausencia de los porteros oficiales.
Durante la ceremonia protocolaria, ambos equipos se formaron en el medio del terreno de juego. Por un lado, vestidos de blanco, estuvieron los 11 jugadores de la selección de Honduras, en el centro, el cuerpo arbitral conformado por cuatro jueces y, al lado de ellos, los 10 jugadores que saltaron al campo sin haber realizado los ejercicios de calentamiento necesarios.
No obstante, también destacó la presencia de un jugador con un pantaloncillo rojo, como el resto de sus compañeros, aunque rotulado con el número 3. A diferencia de los nueve, vestía una playera de y calcetas de color verde fosforescente. Era Odilón Jerome quien, ante la ausencia de sus tres porteros, tuvo que renunciar a su posición de defensor y colocarse los guantes para atajar los disparos.
Más allá de la ceremonia, los problemas en el combinado haitiano comenzaron a estar presentes en días previos al arranque oficial. Desde la llegada de los participantes al país, algunos de ellos experimentaron problemas con la documentación. Otro de los factores en contra fue la aplicación tardía de las pruebas de detección del virus SARS-CoV-2 en cuerpo técnico y juveniles. Todo ello fue informado por Concacaf en un comunicado.
Parte de la delegación llegó tarde al territorio mexicano, motivo por el cual los trámites reglamentarios tuvieron retrasos. Los tres arqueros convocados fueron parte de ese grupo, es decir, Marc Florestal, Alexandre Pierre y Alan Jerome. El primero de ellos ha tenido problemas de papeleo, mientras los otros dos experimentaron retrasos con el resultado de las pruebas PCR, motivo que les impidió arribar con los diez jugadores en regla al debut de su selección.
Otro de las vicisitudes con la que tuvo que lidiar el técnico Webes Princimé fue la baja de última hora de uno de los jugadores con más expectativas sobre sus hombros. Christopher Attys, jugador nacido en Francia y con una carrera futbolística forjada al estilo europeo, se negó a la convocatoria unos días antes del arranque. De esa forma, el estratega llamó a Clifford Thomas para llenar ese lugar.
Attys causó expectación entre la prensa y afición de la isla antillana. Su carta pertenece al Internacional de Milán y es considerado como una de las promesas del equipo. No obstante, en días recientes, se informó sobre su préstamo al equipo Spal Ferrara, que juega en la Serie B, es decir, la división de plata del fútbol italiano. De acuerdo con informes locales, ese habría sido el motivo de la súbita decisión.
Todo ello derivó en que el cuerpo técnico llegara al estadio Jalisco tiempo después de lo programado y con el reto de improvisar un cuadro con los elementos disponibles. Gracias a a la decisión de esperar hasta el último minuto la integración de otros jugadores, los juveniles no pudieron realizar ejercicios de calentamiento previos en el terreno de juego.
La premura en los trámites, así como la planeación se vio reflejada, rápidamente, en el marcador. Apenas al minuto 14, el hodureño Darixon Vuelto abrió el marcador por la vía del penal. Cuatro minutos más tarde Edwin Rodríguez puso la ventaja de 2-0 y el partido fue finiquitado al minuto 38, con un doblete de Vuelto.
En el transcurso del juego pudieron integrarse otros jugadores, entre ellos el arquero Alan Jerome, tras recibir el resultado negativo de su prueba sanitaria. El marcador final fue de 3-0 en favor de Honduras, lo cual pone en desventaja a la selección de Haití, aunque buscarán sobreponerse antes las selecciones de Canadá y El Salvador con plantel completo.
SEGUIR LEYENDO: