José Mourinho, técnico del Tottenham, insinuó este jueves que su equipo se relajó demasiado contra el Dinamo Zagreb y que sus jugadores no se tomaron el partido con la importancia que ameritaba. El conjunto croata remontó en el tiempo extra el 2-0 que los Spurs traían de Londres y se clasificaron a los cuartos de final de la Europa League.
”Si me olvido de los últimos minutos de la prórroga, donde intentamos ir arriba, en los primeros 105 minutos, solo hubo un equipo que intentó darlo todo en el campo”, dijo el portugués en diálogo con en BT Sport y halagó a sus adversarios: ”Se lo dejaron todo. Sangre, sudor y energía. Incluso lágrimas de felicidad al final. Fueron muy humildes y comprometidos. Tengo que alabarles. Luego está mi equipo. No parecía que estuvieran jugando un partido importante. Quizás para alguno de ellos no era importante. Para mí sí lo es”.
”Por el respeto que le tengo a mi carrera y a mi trabajo, cada partido es importante. Para todo aficionado, cada partido cuenta. Hace falta actitud. Decir que estoy triste no es suficiente. Es mucho peor”, añadió el entrenador que también apuntó que el fútbol “no es solo jugadores que tienen más calidad que otros”.
Pese al 2-0 de la ida, Mourinho no se reservó nada e hizo jugar a la mayoría de sus estrellas, entre ellas Harry Kane, Gareth Bale, Dele Alli, Lucas Moura, Giovani Lo Celso, Erik Lamela y el arquero Hugo Lloris. pero esto no evitó la caída: ”La base del fútbol es actitud. Nos ganaron en eso. Les dije del peligro que tenía este partido. Solo se dieron cuenta cuando nos metieron el segundo”.
En las redes sociales se viralizó un video en el que se ve al ex entrenador del Real Madrid se apersonó al vestuario local para irrumpir en los festejos del Dinamo y aplaudió a sus rivales después del final del encuentro.
Orsic fue la gran figura del cuadro croata porque fue él quien desató la rebelión del Dínamo Zagreb en el minuto 62, cuando controló con la izquierda, se acomodó la pelota con la derecha y soltó una parábola perfecta desde la esquina del área que se clavó en un ángulo, en un disparo inalcanzable para Hugo Lloris, sin intuir aún que era el inicio de algo más grande: la remontada.
Suyo fue también el 2-0, en el minuto 82, resolutivo en la culminación de una gran jugada colectiva que forzó a la prórroga. En ese período, también firmó el 3-0 en el segundo, cuando condujo, regateó y marcó el gol definitivo con una simpleza que dejó expuesta a la defensa del Tottenham, que antes y después se estrelló con unas cuantas magníficas paradas de Livakovic.
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Con información de EFE