Son pocos los lugares del mundo en los que Lionel Messi podría caminar sin ser reconocido por una muchedumbre de fanáticos. Tal vez se podría arriesgar, inclusive, que no existe rincón en el planeta donde el capitán del Barcelona pueda transitar algunos metros sin al menos recibir un saludo de un seguidor. Por eso, la imagen de su llegada a París causó risas en las redes sociales y rápidamente se hizo viral.
“Bienvenido a París”, tituló la cuenta oficial del Blaugrana horas antes del duelo contra el París Saint Germain que marcó la revancha de los octavos de final de la Champions League. El posteo en Twitter estaba acompañado por un breve video de cinco segundos con Messi descendiendo del avión que trasladó al plantel y cumpliendo con el trámite obligatorio de ingreso a cada país: mostró el pasaporte a un agente francés que se apostó especialmente en las escalinatas de la aeronave para controlar a cada uno de los arribados. Cabe destacar que, habitualmente, los clubes cuentan con un empleado que especialmente se encarga de agilizar todos estos trámites antes de la llegada a cada lugar para evitar que los futbolistas pierdan tiempo presentando toda la documentación.
Más allá de ser un suceso lógico, muchos fanáticos se rieron de ver a Messi –que cuenta con 190 millones de seguidores en Instagram, por ejemplo– mostrando el pasaporte para acreditar su identidad y bromearon en el propio posteo del club. “¿Cómo se puede controlar el pasaporte a Messi?”, se preguntó un usuario en francés. “¡Le pedían el pasaporte a Messi!”, se sorprendió otro. “¿Usted es el rey? Siga, siga...”, interpretó uno de los comentaristas sobre lo ocurrido con tono humorístico. “Incluso la personalidad más famosa del mundo necesita mostrar su pasaporte para ser identificado”, concluyó otro en el posteo que superó la línea de los 11 mil me gusta.
Más allá de esta escena, el capitán del combinado catalán tuvo un buen partido ante el PSG en la revancha de los octavos de final pero no pudo tener la influencia necesaria para alcanzar la goleada que necesitaba su equipo para revertir el 1-4 que habían sufrido en la ida en el Camp Nou. Anotó un gol para el recuerdo que significó el 1-1 de su equipo, pero falló un penal cuando se terminaba el primer tiempo que pudo haber sido clave para el ánimo del plantel. En el complemento, tuvo una chance clara para pasar adelante en el marcador, pero los defensores del combinado francés evitaron sobre la línea el tanto.
A tres meses de terminar su contrato con el Blaugrana, Leo tiene por delante la chance de sumar dos títulos y luego pensar en su futuro: disputará la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club el próximo 17 de abril y deberá intentar recortar la distancia de seis puntos con el Atlético Madrid en la Liga durante las 12 fechas que restan por disputarse.
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