Joan Laporta volvió a la presidencia del Barcelona luego de haberse ganado el 54,2% de los votos en las elecciones celebradas el último fin de semana en las que se impuso sobre Victor Font y Toni Freixa. Ahora, su gran misión será la de lograr que Lionel Messi extienda su contrato que vence a final de temporada.
Este martes, el club mostró en sus redes sociales un video en el que el flamante mandamás de la institución recibe al plantel de cara al duelo trascendental del miércoles que enfrentará al cuadro catalán con el París Saint-Germain (PSG) en la revancha por los octavos de final de la Champions League cuya ida terminó 4-1 en el Camp Nou en favor del cuadro galo.
Para lograr la epopeya de revertir la serie, el Barcelona deberá estar unido y por eso Laporta saludó a todos los futbolistas, aunque con Messi tuvo un encuentro especial. Mientras a la mayoría le dio un afectuoso golpe de manos y hasta palmadas en las espaldas, con el argentino se fundió en un fuerte abrazo, gesto que esperanza a los aficionados culés.
El goleador, que en agosto sacudió los cimientos del barcelonismo con su amago de salida, comentó en diciembre que no tenía claro su futuro y que entonces esperaría al final de la campaña para decidir. Después de este abrazo, hay quienes anticipan que renovará su vínculo.
Sobre este tema, el propio Laporta señaló: “No puedo vender falsas expectativas. La propuesta existirá, pero dependerá de él. Pero seguro que el dinero no es lo más importante”, y agregó: “Después de saludar a los trabajadores, llamaré a Messi. ¿Si lo convenceré? Dependerá de él, haré lo que pueda dentro de las posibilidades económicas del club. Somos una gran familia, y el mejor jugador del mundo quiere al Barça y es muy significativo. Ojalá sirva para las decisiones a tomar, y que sirva para que siga en el Barça que es lo que queremos. Un aplauso para Messi””, sentenció.
Laporta ocupa el sillón que dejó Josep Maria Bartomeu el pasado 27 de octubre con su dimisión antes de enfrentarse a una moción de censura. El nuevo mandatario tiene ante sí la ardua tarea de reconstruir un club sumido en una triple crisis deportiva, económica e institucional, que culminó el pasado lunes con la detención por unas horas de Bartomeu en el marco del denominado BarçaGate.
La tarea no será nueva tras afrontar una labor semejante en su primera época al frente del Barça entre 2003 y 2010 cuando sacó adelante a un Barça en plena crisis. En su agenda, la prioridad será resolver la renovación del capitán y astro azulgrana, Leo Messi, cuyo contrato expira el próximo 30 de junio.
Junto al tema Messi, Laporta tendrá que enderezar las maltrechas cuentas del club azulgrana, lastradas por una gran deuda de 1.173 millones de euros (1.426 millones de dólares), según la memoria económica 2019/2020. El nuevo presidente, que ya se enfrentó a una situación similar en su primer mandato, apuntaba durante la campaña a una refinanciación de la deuda, emisiones de bonos o la búsqueda de nuevos patrocinadores, entre otras medidas.
“Con máxima responsabilidad y optimismo, con valentía, esquivando catastrofismos, seguro que lograremos los retos que nos hemos propuesto: que el Barça sea sostenible económicamente y que vuelva la alegría al barcelonismo”, dijo Laporta.
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Con información de AFP
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