Siempre son los goleadores los que se llevan todos los flashes en el fútbol, pero debajo de los tres palos siempre hay alguien que los padece, por eso Ben Foster, quien defiende el arco en el Watford, fue consultado sobre los delanteros más complicados a los que le tocó enfrentan. En este sentido sorprendió porque en lugar de elegir algunos nombres propios por su habilidad o capacidad, optó por aquellos que le hacían la vida imposible durante los 90 minutos.
El británico de 37 años no dudó en elegir en primer lugar a Diego Costa, a quien cruzó cuando el brasileño nacionalizado español vestía los colores del Chelsea. “Solamente se limitaba a gruñir y a arañar; no te dejaba en paz, no te dejaba ni un segundo de respiro”, comentó en diálogo con el canal The Cycling GK. Pero tras nombrarlo, no pudo dejar de mencionar a otro artillero similar: “Y sabes qué, Luis Suárez también era un poco así. Era horrible jugar contra él, te patearía, arañaría, haría cualquier cosa”.
El uruguayo que brilló en el Liverpool y en el Barcelona ahora lo hace en el Atlético de Madrid. En La Liga, certamen en el que su equipo es el único líder, lleva ya 17 tantos, dos menos que Lionel Messi, su ex compañero y actual Pichichi. Evidentemente, Foster no es el único que lo sufrió.
Pese a criticarlos, el británico de inmediato los destacó: “Simplemente son ganadores puros, me encantan ese tipo de jugadores. Quieres ese tipo de jugadores en tu equipo. ¡Animales!”. Además, recordó que coincidió en el vestuario con futbolistas de características similares: “Compartí algún tiempo con Roy Keane y, para ser justos, me asustó muchísimo. Era un tipo aterrador”.
“Nemanja Vidic también estaba un poco enfermo, sinceramente. Yo diría que Nemanja, con mucho gusto, pondría la cabeza en el extremo de la bota de alguien para evitar que entrara una pelota. Sí, está loco”, señaló con respecto al ex zaguero del Manchester United.
Lo cierto es que los comentarios de Foster sobre Suárez tienen sustento. El atacante no sólo es uno de los mejores en su posición sino que además ha protagonizado momentos violentos pocas veces vistos en un campó de fútbol. Los más recordados son sus mordiscos: el primero a Ivanovic en el Liverpool y el otro a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil 2014, cuando fue sancionado por la FIFA y no pudo volver a jugar ese certamen.
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