La superestrella del tenis Serena Williams fue una de las principales voces que se manifestó apoyo de Meghan Markle luego de sus explosivas acusaciones de racismo contra la familia real británica. En una entrevista de dos horas con Oprah Winfrey, la duquesa de Sussex dijo que la familia de su esposo, el príncipe Harry, estaba preocupada sobre “cuán oscura” sería la piel de su hijo Archie. También dijo que ningún miembro de la familia real se había pronunciado para defenderla contra un torrente de lo que, según ella, era una cobertura racista de los tabloides británicos.
En este contexto, la tenista estadounidense tuteó un extenso mensaje: “Sus palabras ilustran el dolor y la crueldad que ha experimentado. Conozco de primera mano el sexismo y el racismo que las instituciones y los medios de comunicación utilizan para vilipendiar a las mujeres y las personas de color para minimizarnos, quebrantarnos y demonizarnos”.
“Debemos reconocer nuestra obligación de condenar los chismes maliciosos e infundados y el periodismo sensacionalista. Las consecuencias para la salud mental de la opresión y la victimización sistémicas son devastadoras, aislantes y con demasiada frecuencia letales”, sentenció.
Entre los episodios más recordados se destaca el de 2016, cuando la menor de las hermanas Williams respondió a los comentarios de Ilie Nastase, capitán del equipo de Rumania en la Copa Federación, quien especuló sobre el color de piel que tendría el hijo que esperaba: “Me decepciona saber que vivimos en una sociedad donde gente como Ilie Nastase puede hacer tales comentarios racistas hacia mí y mi hijo aún no nacido”.
Además, en un artículo publicado por Fortune Magazine en 2017, la ganadora de 23 títulos de Grand Slam escribió que por cada dólar ganado por un hombre, las mujeres negras ganan sólo 63 centavos: “Los ciclos de pobreza, discriminación y sexismo son mucho, mucho más difíciles de romper que el récord de títulos de Grand Slam”, y agregó: “Las mujeres de color tienen que trabajar en promedio ocho meses más para ganar lo mismo que los varones en un año”.
Allí explicó que ella también sería víctima del racismo si no fuera porque es una reconocida deportista profesional e insistió con pelear por la igualdad para dejar un legado: “No se trata de mi. Se trata de los otras 24 millones de mujeres negras en los Estados Unidos, y si nunca hubiera tomado una raqueta de tenis, sería una de ellas. No hay que tener miedo. Hay que reclamar por la igualdad de pago. Cada vez que lo hacen, le ponen las cosas más fácil a una mujer que viene detrás.”
Serena Williams y Meghan Markle tienen una amistad que nació en un partido benéfico de 2014, e incluso ella y su marido fueron invitados a la boda real. Es por eso que la tenista comentó que nunca lee las noticias referidas a la ex actriz estadounidense, ya que no quiere ver como algunos periódicos buscan lastimarla.
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