El 26 de enero de 2020 el mundo del deporte se paralizó ante la noticia de la muerte de Kobe Bryant. La estrella de la NBA de 41 años viajaba con otras ocho personas en su helicóptero privado Sikorsky S-76 cuando se desplomó sobre la ciudad de Calabasas, ubicada en el condado de Los Ángeles, California. Tras el accidente, se produjo un incendio: el personal de emergencia respondió, pero se informó que nadie a bordo sobrevivió. Dentro de la aeronave viajaba, también, Gianna, una de sus hijas.
Desde entonces, el amor de los fans hacia la leyenda de Los Ángeles Lakers se multiplicó. Las camisetas con su nombre se relanzaron, los murales con su rostro se multiplicaron y todo objeto relacionado con su persona aumentó inmediatamente si precio. Es así que un ciudadano estadounidense aprovechó esta situación para hacer un gran negocio.
Este hombre, cuya identidad no fue revelada, vivía en una casa de dos plantas en Pensilvania en donde Kobe se crio. Hace algún tiempo la puso en venta y cuando llegó a un acuerdo con el comprador le explicó que quería recibir un plus ya que en ese hogar aún estaba el aro de baloncesto en el que Black Mamba había entrenado de niño para convertirse en una estrella.
Desinteresado por esa información, el comprador le dijo que los USD 810 mil ya eran suficientes y que no le interesaba aquel objeto. Es por eso que el vendedor no tuvo mejor idea que subastarlo en el sitio Heritage Auctions. Este domingo, finalizó el tiempo para ofertar y su valor final fue de USD 37.200, monto más que satisfactorio si se tiene en cuenta que la pieza es un aro y un tablero algo oxidados.
Por su parte, John Romani, encargado de la subasta, había señalado al sitio TMZ hace algunos días que esperaban llegar a las seis cifras, algo que no ocurrió. Sin embargo, adelantó que de la vieja casa de Bryant, lograron conseguir también una edición de la revista Sports Illustrated de Michael Jordan dedicada a Kobe y otros artículos como pelotas de baloncesto de Duke que tenía cuando los Blue Devils lo reclutaban. Además, en los próximos meses pondrán a la venta algunas revistas italianas que Kobe poseía y un libro suyo de niño.
Ya pasó más de un año de la trágica muerte de Kobe Bryant. A principio de mes, la Junta Nacional de Transporte de los Estados Unidos brindó un reporte donde explicó las conclusiones a las que llegó la investigación del accidente que provocó la muerte de nueve personas, entre las que se encontraba una de las máximas figuras del baloncesto mundial. Según indicó la cadena Fox News, el accidente probablemente fue causado por la “desorientación espacial” del piloto, explicaron funcionarios del ente regulador.
La NTSB dijo que si bien el control de tráfico aéreo le pidió al piloto que se “identificara” -significa que el piloto puso su mano en el centro del panel de instrumentos y presionó un botón-, el reporte indició que existieron “distracciones operativas de su tarea principal de monitorear los instrumentos de vuelo” desde que perdió la vista en las nubes que se encontraban en la zona.
Cabe recordar que aquel domingo, el área de Calabasas, en California, estaba totalmente cubierta por la neblina. Es por eso que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) optó por no hacer volar a su flota de helicópteros cerca del horario en el que Bryant despegó desde el aeropuerto John Wayne.
De todos modos, el piloto contó con una autorización especial para volar llamada VFR (Special Visual Flight Rules, o autorización especial de reglas de vuelo visual especial) y los controladores aéreos le advirtieron en determinado momento que estaba volando “demasiado bajo” poco antes de que el aparato se estrellara, de acuerdo a un audio que ha trascendido.
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