Distintas opiniones de personas muy cercanas al Fútbol Club Barcelona coincidieron en que el club atraviesa una importante crisis económica, institucional y de renovación del equipo a pocos días de cruciales elecciones presidenciales que serán definitorias para definir la conformación del plantel, si Lionel Messi se va o se queda, y cómo resolver una deuda de 1173 millones de euros que motivó una negociación con los jugadores por una urgente rebaja de sus sueldos.
A través de su Memoria y Balance, se conoció que el FC Barcelona, a cargo de una Comisión Gestora desde la renuncia del anterior presidente Josep María Bartomeu el pasado 27 de octubre, debe 1173 millones de euros, de los que 730 son a corto plazo, y con un rojo de 600 como fondo de maniobra cuando las elecciones, previstas en principio para el 24 de enero, se pospusieron para el próximo 7 de marzo –a causa de la pandemia- y con tres candidatos que pasaron el primer corte de presentación de avales de los socios: dos dirigentes de los tiempos recientes como Víctor Font y Toni Freixá, y el ex presidente en la etapa de los éxitos de Josep Guardiola como director técnico, Joan Laporta.
Freixá considera que ésta “no es la primera crisis ni será la última” y que fue provocada por dos factores: “una gestión inadecuada, y la pandemia, que afectó a todos, no sólo al Barcelona” y recordó que cuando él asumió como parte de la comisión directiva en 2010 (luego del gobierno de otro de los candidatos, el que reunió más firmas de los avales de los socios en el corte de enero, Laporta) “estábamos en una situación similar a la de ahora, pero sin la pandemia” pero hasta 2015, que me fui, redujimos la deuda, ganamos dos Champions Leagues, tres Ligas, terminamos la Ciudad deportiva de San Joan Despí e hicimos el proyecto de “Espai Barça” que significó una recalificación del suelo”.
Freixá habla de inyectar a un Barcelona (que podría volver a quedar sin títulos por segunda temporada consecutiva tras la caída de 1-4 en la ida de los octavos de final ante el París Saint Germain en el Camp Nou por la UEFA Champions League, debe remontar un 0-2 ante el Sevilla por la semifinal de la Copa del Rey y se encuentra a ocho puntos del Atlético Madrid en la Liga y perdió ante el Athletic de Bilbao la final de la Supercopa de España) unos 250 millones de euros para fichar a dos jugadores que marquen diferencia y un gran defensor y no descartó que sean los dos que aparecen como las potencias del futuro, Erling Haaland y Kylian Mbappé.
“¿Fichar a Haaland? Si queremos hacer creer a la gente que en el contexto actual podemos volver a estirar más el brazo que la manga… De lo que se trata es de tener una buena estructura deportiva y ayudar a un plantel descompensado”, salió al cruce Font.
Por su parte, Laporta sorprendió con su propuesta de estudiar la posibilidad de que el Barcelona juegue de local por un período de dos años en el Estadio Olímpico de Montjuic (utilizado para los Juegos de 1992) mientras se remodela el Camp Nou. “Para estar cinco años con los cambios, hay que estudiar si no es mejor cambiar la localía por dos y tener la obra terminada”, señaló.
Font insiste con uno de sus caballitos de batalla y es que será el ex jugador Xavi Hernández, actualmente DT en Qatar, el que lidere la estructura deportiva y que su mayor aspiración “es retener a Lionel Messi porque eso es deportivamente clave y yo digo que económica e institucionalmente, también. Tenemos que retenerlo”.
El prestigioso periodista del diario Mundo Deportivo de Barcelona Francesc
Paco Aguilar ve como una posible luz al final del túnel en que “Laporta va a arrasar en las elecciones y eso será una inyección de moral para el barcelonismo” aunque advierte que “hace falta mucho más que ilusión, aunque para la continuidad de Messi sería el mejor presidente posible porque se conocen y se llevan bien, pero falta un proyecto deportivo para convencer a Leo, no pasa sólo por una propuesta económica. Hay jóvenes de talento como Ansu Fati, Araujo, Pedri o Riqui Puig, pero les falta madurar y hombres básicos como Piqué, Busquets o Alba son demasiado veteranos y no les han buscado recambio y además regalaron a Luis Suárez y a Iván Rakitic a rivales directos como Atlético Madrid y Sevilla, pagaron una fortuna por Griezmann, Dembélé y Coutinho y el único crack que responde a su categoría y llegó a un precio razonable fue Ter Stegen. Esperan dos años de estar entre los cuatro primeros para ir a la Champions, y si se va Messi, entonces que el último apague la luz”.
Consultado sobre lo que pasará con Messi desde el 1 de julio, el ex jugador, DT y dirigente Carles Rexach sostuvo que “tiene que quedarse porque es un número uno mundial, pero no de ahora sino de todas las épocas. El día que se retira en el Barcelona, que es lo que deseo, le tienen que hacer un monumento en medio del campo por lo que ha dado porque ha estado a la altura por 13, 14,15 temporadas y ha ganado y lo he visto jugar mal tres partidos en doce años. Lo que hay que buscar es gente que lo acompañe y él los pueda hacer grandes y le aporten el juego que él necesita. Si me preguntan, yo creo que se va a quedar y debe quedarse. Él es un calentón, un jugador muy competitivo, que siempre quiere ganar. No es un problema individual, creo es un problema colectivo porque nadie juega solo. Déjenme ser optimista y 2021 está siendo bueno porque si en otras épocas el Barça era muy superior a sus rivales ahora gana sufriendo y eso tiene su lado positivo, aunque gana más por empuje y eso puede fortalecer al equipo sobre todo desde la madurez psicológica”.
Rexach, símbolo del Barcelona, al que llegó a los 12 años a las divisiones inferiores y debutó en primera a los 18, jugó 17 temporadas con 449 partidos y 122 goles, y como asesor de Joan Gaspart fue el factótum para que Messi llegara al club, se acaba de alejar en noviembre pasado cuando la Comisión Gestora le planteó la necesidad de una rebaja salarial de 191 millones de euros.
Por su parte, el presidente de la peña barcelonista Nicolau Cassaus en Buenos Aires, Alberto Caloggero, compara esta crisis actual del Barcelona con otras anteriores. “Cuando yo tomé la peña en 1999 a los pocos años, en 2002, fichamos mal también, tuvimos algunos problemas económicos, pero estaba creciendo una generación de jugadores que nos llevaron a lo que vivimos. Después se fichó a Ronaldinho, que jugaba en el PSG, que fue el principio de todo” y sostiene que “estamos en un momento especial, porque tenemos elecciones en dos semanas”.
Caloggero, es optimista. “Con una gestión bien hecha y sin pandemia, con los ingresos que tenemos que son muchos, y administrando los gastos como se deben, saldremos de esto como en tantas oportunidades. El club tiene 140.000 socios. En 1978 y en otra crisis, el ex presidente Nuñez pidió adelantar tres anualidades y todos los socios pasaron por taquilla. Los socios somos dueños y por eso somos ‘más que un club’, lo llevamos muy adentro y no lo dejaremos caer nunca. ¿La remontada? Es fútbol. El Sevilla tuvo una derrota, la Real Sociedad tuvo una derrota, están también casi fuera de la Champions. Hicimos seis goles en nuestro campo cuando todos decían que era imposible ante el PSG. Hay que jugarlo. Somos conscientes de que el plantel está dolido. Está maltratado porque se dijo antes, cuando el equipo subía, que estaba físicamente muy bien preparado, ahora otra vez que está preparado muy mal… pero siempre hay esperanza en todos los órdenes. En la Liga, ante algunos tropiezos que está teniendo el Atlético Madrid, si nosotros no los tenemos, vamos a ver porque faltan 16 fechas, son muchos puntos y siempre hay que ser optimistas. Pareciera siempre que el Barcelona se cae, se cae, se cae, desaparece. Yo no escucho en los medios estas cosas sobre el Real Madrid o de otros equipos, pero esa es la importancia y el orgullo que nos da que se preocupen tanto de nosotros, para que luchando y haciendo las cosas como se debieron hacer, volveremos a estar en las primeras líneas. Sí es cierto que es un momento de mucha desorientación, pero vamos a salir”.
En este momento, el Barcelona está casi asfixiado por su masa salarial, que representa el 74 por ciento de sus ingresos y debe 126 millones de euros por pases de jugadores, en tanto que le adeudan apenas 46 y en una larga lista de clubes acreedores sobresalen los 29 millones del Liverpool por el pase de Philippe Coutinho, los 16 al Ajax por Frenkie De Jong, los 10 del Girondins por Malcom, que deben ser pagados antes del 30 de junio, cuando finaliza la actual temporada.
En muchos casos, sorprende que el Barcelona esté debiendo pagas por jugadores que ya no forman parte de su plantel como el citado Malcom (la deuda total con el Girondins, o los casi 11 millones al Bayern Munich por el chileno Arturo Vidal.
Rexach sostiene que en los últimos años “el Barcelona ha bajado un poco el ritmo porque la vida es así, la gente se va haciendo mayor y el equipo se va desgastando” y si bien recuerda que Messi “aún a nivel particular siempre ha sido el máximo goleador de la Liga y ha estado en muchos partidos a un alto nivel”, admite que “quizá sí es verdad que en líneas generales, el equipo ha bajado bastante” y coincide con Minguella en la cuestión del promedio de edad. “Hay cinco o seis jugadores mayores de 33 años y todo eso ha influido y lo único que puede reprocharse al club es que quizás en los últimos dos o tres años la reestructuración del equipo no ha salido demasiado bien”.
Pero Rexach no es partidario de cambios radicales “porque no llevan nunca a nada. Se podría decir que el Barça debió ir sustituyendo gente por otra en los dos últimos años. De manera paulatina. La gente piensa que un jugador va a ser eterno y no puede serlo. Creo que ahora hay que cambiar algunas cosas pero yo suelo decir ´vísteme despacio que estoy apurado’ y es un poco lo que tiene que hacer el club”.
El periodista Aguilar, que lleva muchos años analizando al club y al fútbol nacional e internacional, es tajante: “el Barça ha tocado fondo en todos los conceptos y le espera una larga travesía en el desierto comparable con la del Milan” y sostiene que esta crisis, además, “coincide con una situación complicada de Cataluña en busca de una utópica independencia que está arruinando el país a nivel sociopolítico. Hay para hablar horas y horas”.
Sostiene que la situación económica “es dramática. No tienen un euro (literal) y nadie sabe cómo podrán afrontar las deudas que tienen a corto, mediano y largo plazo, todo ello agravado por la falta de ingresos por la pandemia del COVID-19. Baste el ejemplo de que no han podido pagar a sus empleados y que les adeudan premios y salarios a los futbolistas, algo impensable hace un tiempo en una entidad como el Barça”.
Josep María Minguella, uno de los agentes de futbolistas más influyentes de Europa, y quien fue fundamental para traer al Barcelona a Diego Maradona y a Messi y sigue ligado al club catalán, sostiene que “el equipo y el club van para abajo y es algo normal, pero el tema es saber reaccionar a tiempo a lo que es inevitable en el fútbol. Este es un equipo que ha hecho Koeman aprovechando jugadores jóvenes y de lo que le queda de aquellos tiempos de triunfos de hace años. De entrada, juega atemorizado porque sabe que cualquier contrario le puede hacer goles, y entonces con ese miedo ya no se tiene esa tranquilidad para el juego tradicional del Barcelona: jugar el balón, para adelante, pero desde que ha perdido el dominio del juego, la posesión, empezó a tener problemas y cuando un equipo tiene problemas, por jugadores que no van, otros que ya no están, se resquebraja un poco”.
Lo cierto es que más allá de alguna renovación generacional con la contratación de Pedri, o que hayan ascendido al equipo principal jugadores de las divisiones inferiores como Óscar Mingueza, Riqui Puig o el uruguayo Ronald Araujo, y haya bajado el promedio de edad con la llegada de Francisco Trincao, De Jong o el lateral Serginho Dest, una de las grandes preguntas que se formulan en el Barcelona es si alcanzará esta etapa de transición para que Messi, que queda libre el 30 de junio, acepte seguir sabiendo que acaso por un tiempo no se pueda aspirar a los grandes títulos o si preferirá marcharse hacia un equipo en el que sus chances sean mucho mayores.
“Esta plantilla –lo apuntó Koeman no hace mucho- no nos da para ganar casi nada y los jugadores, en lugar de tener el espíritu de dejarlo en falso, lo que hacen es demasiadas veces darle la razón y esto no es bueno”, insiste Minguella, luego de la “decepción” que sintió tras la oportunidad que se le escapó al Barcelona en la Liga al empatar 1-1 como local ante el modesto Cádiz.
En cuanto a Messi y su futuro, Calóggero prefiere ser cauto: “Veremos cuando asuma el nuevo presidente, pero los tres candidatos tienen la misma idea de hablar con él y presentarle un proyecto, decirle qué jugadores tienen pensado para reforzar este plantel y él decidirá. El Barcelona va a seguir con o sin Messi porque son 121 años y se sentirá por supuesto, pero no va a caer por eso. Él deberá hacer su camino, y el nuestro seguirá”.
El periodista Guillem Balagué, autor del libro “Messi” y quien conoce de cerca los movimientos del Barcelona, especula con que los tres candidatos presidenciales “querrían mantener a Messi y la sensación que hay ahora mismo en el Barcelona es que si la propuesta es interesante, se quedaría pero van a tener que hacer una transición” y advierte que si bien los tres quieren continuar con la idea futbolística, “creo que ahí se equivocan porque el fútbol está ahora en otro sitio. Se avanzó mucho en otros aspectos como lo físico, la velocidad, y todo eso cuenta. No lo veo eso del juego de posición sin lo otro, eso que ya hacen el Manchester City, o el Bayern Munich con Josep Guardiola, o sea que no es una herejía, y creo que sin eso no se puede ir al siguiente nivel.
Para Minguella, una de las mayores causas de este momento del Barcelona “es que los fichajes no han funcionado como se debe y la prueba es que en esta última gestión se cambió cada año de secretario técnico. La columna vertebral de 34 años es la consecuencia de esta carencia en la planificación (y se fueron Rakitic, Suárez y Arturo Vidal porque si no, el promedio era mayor). El día del 8-2 del Bayern, el promedio de edad era de 31 años. Si todos son jóvenes pero los contrarios son más jóvenes, a igualdad de condiciones, siempre ganará el más joven, sobre todo en noventa minutos porque tal vez en una jugada no se note tanto. No se ha hecho a tiempo la renovación y transformación del plantel”.
“Estas deficiencias no se notan tanto ante equipos de la liga, de mitad de tabla hacia abajo, pero sí con los Bayern, los PSG. Hace días, el Bayern fue campeón del mundo y vendió a Thiago Alcántara, no renovó Lahm, campeón mundial y capitán de la selección alemana, tampoco a Robben y Ribery, y con cinco jugadores nuevos, ganó los seis títulos, pero claro, hay que saberlos escoger. Es decir, hay que renovar pero hay que saber hacerlo”, insiste Minguella, quien cree que para volver a la senda de loe éxitos “el Barça debe buscar al mejor director deportivo especialista en fichajes que hay en el mercado y ese profesional seguro que ha visto los últimos 50 partidos y sabe qué hace falta y cuáles son los jugadores necesarios para reforzar. Esto es clave porque si te ponés en manos de gente que habla de fútbol pero que no entiende del problema, no habrá solución, Tiene que haber gente que tome decisiones. Ramón Planes, el último, acertó con Pedri. Yo pretendo que alguien llegue y acierte con los fichajes. Hace tres años conseguí que el Barcelona fichara a Mbappé, llegué a hablar con sus padres porque del club no lo llamaban y aún así conseguí la aceptación y Raul Sanllehi, el director deportivo, me dijo que el equipo técnico se había decidido por Dembelé porque –textual- se adaptaba mejor al juego del Barcelona”.
Para Balagué, “la crisis se soluciona manejando mejor las cuentas. Es decir, eso se puede hacer reduciendo las deudas, negociando con los bancos, reduciendo el costo salarial, renovando la ilusión, por ejemplo vendiendo a los cuatro franceses, Lenglet, Umtiti, Griezmann y Dembélé, y fichando al noruego (Erling) Haaland y al austríaco (David) Alaba y, lógicamente, todo costará un tiempo y si bien los tres candidatos presidenciales creen que pueden hacer competitivo al equipo enseguida, yo creo que queda todavía tiempo, lo van a necesitar”.
Aguilar describe con dureza lo ocurrido como la comisión directiva anterior: “Una entidad en la que sus dirigentes pagaron una pequeña fortuna para que determinados personajes hablaran mal de los propios jugadores en las redes sociales, que deberían ser llevados al juzgado para justificar el dinero invertido en fichajes sospechosos, de auténticas medianías en las que los intermediarios se han hecho de oro, en que han inflado el costo como con Dembélé, Coutinho y sobre todo, Griezmann” y remata con una frase lapidaria: “Dicen que el Barça es más que un club, y es cierto. Es una auténtica ruina en todos los términos”.
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