Mientras que Tiger Woods empieza paulatinamente a mejorar tras su grave accidente automovilístico, en su familia empiezan a preocuparse por algunos aspectos de su recuperación. El golfista de 45 años sufrió varias lesiones en su pierna derecha y deberá reponerse a la compleja cirugía que le realizaron en las últimas hora en el Centro Médico Harbor-UCLA.
Primero que nada, Woods tendrá que apuntar a recuperarse de la mejor manera posible de sus lesiones en el pie, tobillo, tibia y peroné de su pierna derecha, un proceso que le llevará no menos de 6 semanas (y posiblemente sean más), según dijo el Dr. John Torres, corresponsal médico de NBC News.
“La esperanza es que Tiger pueda caminar de nuevo, que pueda llevar a su hija al altar cuando se case y que pueda seguir haciendo cosas junto a su familia e hijos de la manera que lo estaba haciendo hasta ahora. Con suerte, en el mejor de los casos podríamos estar hablando de una vuelta a los campos de golf, pero tardará en llegar viendo su edad y su historial clínico”, agregó el especialista.
Será un largo proceso hasta que el ex número 1 del golf pueda recuperar la elongación, flexión y rotación de su pierna, ya que los médicos le insertaron varillas, tornillos y clavijas en distintas zonas para reconstruirla.
Lo cierto es que más allá de la preocupación lógica que hay entorno a sus dificultades físicas, en su familia temen que vuelva a vincularse negativamente con los medicamentos. Una fuente consultada por The Sun afirmó que Tiger Woods, quien ha estado en rehabilitación por adicciones, tiene un problema “profundamente arraigado” con los medicamentos recetados.
“Ya se le han administrado analgésicos de alta resistencia, anestesia y sedantes en otras operaciones. Tiger ha blanqueado su lucha con este tipo de opioides durante más de una década. Existe un temor real de que se exponga a estas drogas en recuperación y regrese a las adicciones“, dijeron al periódico británico.
Cuando en mayo del 2017 fue arrestado por conducir supuestamente ebrio, el propio Tiger Woods fue quien reconoció que estaba bajo la influencia de medicamentos recetados. El informe de toxicología del arresto mostró que había tomado analgésicos y ansiolíticos como Vicodin, Dilaudid, Xanax y Ambien. En aquel entonces tuvo que recibir ayuda profesional para manejar el uso de estas drogas.
Por ahora su futuro deportivo es una incógnita. A sus 45 años, y aún peleando por batir los pocos récords que le quedaban, el jugador estadounidense ganador de 15 majors y un total de 82 títulos del PGA Tour deberá enfocarse en una nueva resurrección deportiva. En el pasado, ha sobrepuesto a nueve operaciones de espalda y rodilla, así como también grandes escándalos por infidelidades y otros accidentes viales.
Sus fanáticos anhelan con verlo regresar pleno como lo hizo en 2019, cuando pocos contaban con él por sus innumerables tropiezos pero realizó uno de los retornos más impactantes del deporte al conquistar su quinto Masters de Augusta, su primer Grand Slam en 11 años.
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