Tras el partido que disputaron el Atlético San Luis y el Club Santos en el estadio Alfonso Lastras, el jugador Félix Torres del cuadro lagunero aseguró que fue víctima de racismo luego de su expulsión.
El ecuatoriano informó que se trató de un tema sorpresivo, pues su expulsión se debió a unas palabras racistas que “le dolieron demasiado” y por ello, se retiró con tristeza del campo.
“Algo sorpresivo el día de hoy en el encuentro en el cual fui expulsado por unas palabras que me dolieron demasiado. Creo que me siento golpeado en este momento y me da mucha tristeza que pase esto en el futbol. Una persona como yo que no tengo problemas con nadie, trato de llevarme con todos, sea del color que sea, y creo que lo que pasó el día de hoy no puede seguir pasando, me siento afectado, muy triste”, dijo, de acuerdo con la información recogida por el reportero Eduardo Alavez de Infobae México.
Sin embargo, aseguró que se siente realmente apoyado por sus compañeros de equipo, quienes “sin importar el color, me quieren así, ellos saben la persona que soy”. Y reveló, además, que no se avergüenza de su color de piel.
“Saben el dolor que estoy sintiendo ahora, me siento identificado como negro, amo mi color, quiero a mis compañeros porque ellos me defienden, están ahí respaldándome”, informó.
Finalmente, dijo que su única intención es mandar un mensaje para todos los jugadores, técnicos y demás involucrados en el deporte, para que no vuelvan a pasar escenas como esa en el futbol mundial.
El primero en dar a conocer esta noticia fue su compañero Matheus Dória, quien salió ante la prensa para revelar que su compañero estaba “llorando en el vestidor”, luego de haber sido expulsado.
Dijo que esas actitudes no pueden permitirse en el futbol mundial sin importar el país, el equipo ni la situación, pues “no tenemos diferencia de colores, todos somos iguales, eso ya quedó, es cosa antigua”.
Por último, el defensor central del conjunto lagunero pidió a las autoridades correspondientes que revisen las cámaras para encontrar a los culpables de dicho insulto.
“No puede pasar en el futbol mundial racismo, Mi compañero está llorando en el vestidor y eso para mi no se admite, es mi hermano, mi compañero. El racismo no se puede. Está llorando ahora, tienen que revisar las cámaras. Cuando salió expulsado tuvimos actos de racismo. No tenemos diferencia de colores, todos somos iguales, eso ya quedó, es cosa antigua, pido que me ayuden con eso y que revise la gente, vinimos a jugar futbol, a disfrutar de lo que nos toca hacer. Nada más queremos hacer nuestro trabajo, no pido nada muy grande. Venimos a hacer nuestro trabajo y los que están afuera no nos pueden faltar al respeto y menos por racismo”, informó antes de retirarse.
Por su parte, Guillermo Almada, el técnico de Santos Laguna, confesó que todo el partido le dejó un mal sabor de boca por los errores continuos en el arbitraje, pues ni los jugadores ni la gente que vio el partido, disfrutaron del encuentro.
“Me deja todo muy mal sabor de boca, un arbitraje lamentable. En definitiva, la gente quiere ver un espectáculo y un arbitro que corta el juego, toma decisiones erróneas, nos deja mal sabor de boca. No por el resultado, si no por todo lo que rodeó el partido. No es el deporte que queremos. Una de las cosas que más pregonamos es que debemos brindar un espectáculo, no fingir”, dijo el entrenador.
Y sobre el estado de su jugador, aseguró que no había conversado con él, pero al entrar al vestidor lo pudo ver rodeado de sus compañeros, quienes le ofrecían un momento de apoyo, de aliento.
“Estas situaciones son lamentables, no se tienen que dar en ningún futbol del mundo y me parece que en definitiva son cosas que no corresponden en ningún profesional. Queremos respetarnos a todos más allá de las diferencias futbolísticas. Los actos de racismos están demás en cualquier equipo, cualquier decisión”, finalizó Almada.
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