El 28 de octubre de 2009, el universo culé se puso de pie para presenciar el debut de Gai Assulin, un juvenil surgido de La Massia que se desenvolvía por el extremo izquierdo y estaba destinado a ser “El nuevo Messi”, según señalaban los especialistas que lo habían visto en el Barcelona B. El israelí sumó minutos en lo que fue triunfo 2 a 0 ante el Cultural Leonesa por los 16° de la Copa del Rey en el equipo que por entonces conducía nada menos que Pep Guardiola.
“No hay futbolistas como Gai. Encontrar jugadores como él, que encaran y desequilibran en carrera es muy difícil. Es atrevido y no tiene miedo a nada. Siempre vuelve a encarar”, había declarado entonces el entrenador español. “Gai ha de crecer, tiene necesidad de escuchar, porque todavía es muy joven. El sabe que esta temporada va a repartir sus partidos entre el juvenil y nosotros, y debe estar muy tranquilo”.
Tras aquel inicio sin demasiado brillo, el punta de 18 años volvió a trabajar con el equipo fillial bajo las órdenes de Luis Enrique y nunca más volvió a pisar el césped del Camp Nou. Este lunes, a más de 10 años de aquel partido fue presentado en el AC Crema 1908 de la Serie D italiana.
“Estoy aquí porque siempre quise jugar en Italia y ahora finalmente se ha materializado esta oportunidad. Estoy en una etapa de mi vida y de mi carrera en la que siento la necesidad de involucrarme en un entorno familiar, equilibrado, sólido en valores y relaciones humanas. El Crema me convenció precisamente porque junto al aspecto deportivo une un proyecto social importante”, declaró en su presentación.
“He tenido muchas experiencias en los campeonatos europeos y ahora quiero compartir lo que he aprendido con club que tiene un pasado importante, de gran perspectiva y que está disputando un gran campeonato. Estoy a disposición del míster y tengo muchas ganas de jugar junto a mis nuevos compañeros”, sentenció.
Cómo es que Gai Assulin pasó de ser la gran esperanza del Barcelona de Guardiola a caer a la cuarta categoría de Italia en una década. Las razones de su bajo rendimiento son un misterio, pero lo cierto es que en la temporada 2009/10 el club azulgrana confiaba tanto en él que le había puesto una cláusula de recisión de 20 millones de euros, algo que nunca nadie pagó.
Sin embargo, tal vez la presión haya sido demasiada par él , sus actuaciones empezaron a ser inferiores al nivel esperado y Luis Enrique le dijo que no lo tendría en cuenta para el Barcelona B. Luego, sufrió una lesión en la rodilla y tras rescindir su contrato se unió al Manchester City. El club británico lo incorporó con la esperanza de recuperarlo, pero nada de eso sucedió y tras estar un año en el equipo de reservas y padecer una nueva lesión, fue cedido al Brighton & Hove Albion, de la segunda división en donde apenas jugó 7 partidos.
Allí empezó un periplo que incluyó Racing de Santander, Hércules, Mallorca, Hapoel Tel Aviv de Israel, Sabadell, de la tercera división de España, Kairat Almaty de Kazajistán y y Politehnica Iași de Rumania. Pero en las últimas cinco temporadas y en lo que va de la actual apenas disputó 48 encuentros. Ahora tendrá una nueva oportunidad en el ascenso italiano, cuatro escalones por debajo de la Serie A.
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