Con el paso de los años, Stephen Curry se convirtió en uno de los jugadores que marcaron una era en la NBA. Sin quererlo, el número 30 de los Golden State Warriors se transformó en el faro de una nueva manera de jugar al básquet en la liga más importantes del mundo de la disciplina.
Considerado como uno de los mejores tiradores de la historia, sino el más destacado a pesar que todavía le restan varios años de carrera, Stephen impulsó a su equipo a ganar tres campeonatos en cuatro años (2015-2017-2018). En la actualidad, y después de recuperarse de una dura lesión en la mano izquierda, el escolta está decidido a volver a ser protagonista con sus Warriors.
En la noche del martes, Curry volvió a ser decisivo en la victoria de Golden State como visitante en San Antonio. Fue triunfo 114-91 para los Warriors, que contaron con otra jornada excepcional del tirador. El dos veces elegido jugador más valioso de la NBA terminó con 32 puntos en 32 minutos, y un 11-20 en disparos de cancha (4-10 en triples).
Pero más allá de sus estadísticas, lo más destacado en el juego de Curry sucedió en el comienzo del juego en la casa de los Spurs. Cuando restaban poco más de dos minutos para el final del primer cuarto, el 30 de la franquicia californiana tomó el balón en ataque: primero dejó en el camino a DeMar DeRozan con una finta y siguió su destino hacia el aro.
Ya cuando pisó la zona pintada, y frente a la oposición de Rudy Gay y Lonnie Walker, Stephen hizo un giro en el aire y, sin mirar la canasta, de espalda, lanzó la pelota con su mano derecha para anotar el doble. Es más, uno de los jueces del trío arbitral marcó la falta defensiva, por lo que la figura de Golden State también sumó un punto más desde la línea de libres.
Sumado al de este martes, los últimos cinco partidos de Curry demuestran que está de regreso en su mejor nivel. Lleva un promedio de más de 37 puntos por juego, con 5.4 rebotes y pases gol por encuentro. Es más, a principios de la temporada, Step se convirtió en el segundo en la lista de máximos tripleros en la historia de la NBA, sólo superado por Ray Allen, y al que seguro pasará en un corto tiempo si mantiene su ritmo insaciable como tirador.
Otro de los hitos de la presente temporada para Curry fueron los 62 puntos que anotó en el triunfo por 137-122 a los Portland Trail Blazers. En lo que fue la mejor noche anotadora de su carrera, el pasado 3 de enero el número 30 completó un juego sencillamente espectacular. Acabó con un 18-31 en tiros de campo, con un 8-16 en triples y un 18-19 en libres. ¿Cómo repartió su goleo? Sumó 21 puntos en el primer cuarto, 10 en el segundo, 14 en el tercero y 17 en el cuarto, incluyendo un cierre como gran protagonista para asegurar la victoria.
El equipo que tiene a Curry como figura estelar y a Steve Kerr como entrenador está en franca pelea por escalar posiciones en la difícil Conferencia del Oeste. Los Warriors marchan en la octava posición con un registro de 13 victorias y 12 derrotas.
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