Su partido de primera ronda ante Emil Ruusuvuori duró más de tres horas y media. Solo él sabe cuánto sufrió durante ese tiempo en las canchas del Australian Open. El resultado se transformó casi en una anécdota si se tiene en cuenta la reacción que tuvo después de acumular otra derrota seguida. Gael Monfils está conviviendo con un mal momento deportivo y su llanto ante los periodistas conmovió al mundo.
Sentado en la cabina de prensa, el tenista francés que ocupa el 11.° lugar del ranking ATP se quebró: “Estoy tratando de encontrar confianza. Es difícil. Lo importante es encontrar ese pequeño truco que te hará ganar. Sí, quiero ganar. Estoy tratando de reconstruirme para poder ganar. Entreno, trato de crecer, pero es difícil sin confianza. Dirán que volví a perder, pero para mí es la primera derrota del año. Cada vez que llegó aquí (frente a los medios), me siento juzgado. Ya estoy en el suelo, pido un poco de clemencia”.
Minutos antes de abrir su corazón y pedir no ser castigado por sus resultados, había caído ante el finlandés Ruusuvuori por 3-6, 6-4, 7-5, 3-6 y 6-3. El muchacho de 21 años está 86 del mundo y se convirtió en la séptima derrota seguida de Monfils desde febrero del año pasado. Antes de eso, una pandemia detuvo su racha victoriosa: había comenzado el 2020 con dos títulos y una semifinal.
Precisamente en ese ATP 500 de Dubai durante la última semana de febrero logró su último éxito: superó a su compatriota Richard Gasquet en cuartos de final. Luego, lo venció Novak Djokovic en semifinales y el mundo se paralizó. En septiembre, con el reinició de la actividad, el tenista francés de 32 años comenzó su racha negativa: Dominik Koepfer (Masters 1000 Roma), Yannick Hanfmann (ATP 500 Hamburgo), Alexander Bublik (Roland Garros), Pablo Carreño Busta (ATP 500 Vienna) y Matteo Berrettini (ATP Cup) fueron los que lo superaron hasta el Grand Slam australiano.
“Juego mal, no puedo sacar, no puedo hacer un golpe de derecha, cometo errores. Soy honesto en decirles que no tengo confianza. No me siento bien, se nota. No necesito decir más, eso demuestra que creo. No me siento bien porque no puedo hacer lo que quiero. No tengo confianza. Eso es lo que me hace sentir mal. Es visible, es frustrante. Lucho, trato de probar cosas pero no puedo hacerlo en absoluto”, se sinceró ante los periodistas.
El hombre que llegó a ser seis del planeta y conquistó 10 títulos en su trayectoria profesional, hoy se ubica 11.° gracias a que el ranking se vio frenado por la pandemia. Eso le permitió llegar a Australia como uno de los mejores preclasificados. Sin embargo, no logra encontrar su juego. Ante los periodistas reconoció no saber si el bajón fue a causa del confinamiento y detalló: “Lo que veo es que empecé la temporada sin mucha confianza. Rápidamente sentí en el entrenamiento que era difícil. No puedo jugar bien. Simplemente no estoy bien. Sigo entrenando, sigo creyendo y espero ganar un partido, luego dos, luego volverá la confianza. Pero aquí es complicado. Me gustaría salir. Pido un poco de clemencia”.
“Me gustaría levantarme y decirte que esta pesadilla se acabó, pero aquí estoy... ¿Por cuánto tiempo?”, reflexionó.
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