“Mi espalda no está perfecta. He tenido que cambiar el servicio para sobrevivir”. Rafael Nadal no anduvo con misterios ni intentó ocultar la realidad. Tras su triunfo ante Laslo Djere en el debut del Australian Open, el número 2 del mundo se confesó ante la prensa: “Muchas veces estamos tratando de obviar las realidades o esconder una realidad que está sucediendo”.
“Sabía que esto podía pasar. En esta primera ronda quizás tenía la opción de salvar el partido sin necesidad de esforzar. Pero hay que ser realistas: para aspirar a lo que yo he venido aquí, necesito estar mejor de la espalda”, reconoció luego de quitar de su camino al serbio de 25 años que se ubica en el puesto 56 del ranking ATP.
Rafa, de 34 años y ganador en el 2009 de este Grand Slam, precisó de casi dos horas para firmar un 6-3, 6-4 y 6-1 que le permitirá enfrentar a Michael Mmoh, de 23 años, quien llegó hasta la segunda ronda de Australia desde la qualy. “Cada día que estoy por aquí, que tengo la capacidad de alargar el tema, más opciones hay que se pueda solucionar. Lo que hago es darme las máximas opciones posibles e intento conversar la espalda de la mejor manera. Hoy, evidentemente, he sacado más suave”, aclaró.
“En algún momento importante he forzado algún saque, pero por lo general he sacado con un movimiento distinto al que venía sacando en estos últimos años. Intentando hacer un gesto que no me esforzara mucho la espalda. Por contrapartida, saco peor. Pero hoy me ha dado para ganar. Veremos lo que puedo en el futuro”, detalló sobre esta modificación en el juego.
Y aclaró cuáles son las complicaciones deportivas que tiene ante este cambio en su juego: “Es difícil que la gente que no juega al tenis profesionalmente lo pueda entender, pero evidentemente en el golpe que realmente me limita es en el saque, sin dudas. En los otros golpes no estoy limitado. Lo que pasa es que cuando sacás, tienes que sacar con cuidado en cada movimiento, entonces cuando caes del servicio y tienes que seguir hacia la segunda bola, la recuperación es más lenta y eso te repercute en el juego en general. No te permite jugar con esa agresividad o intensidad que te da el hecho de jugar sin tener que pensar. Cuando uno saca cada vez pensando en qué hacer para que no vaya peor la situación, entonces evidentemente todo el juego se ve repercutido”.
Mientras aprovecha las horas de descanso para su siguiente presentación, Nadal tiene un objetivo claro: conquistar su 21° título de Grand Slam y superar así a Roger Federer como el más ganador de los cuatro torneos más importantes del circuito. “Tengo un día para recuperarme, hacer tratamientos. Lo que voy a hacer es no renunciar a nada, darme las máximas opciones y confiar que haya un momento donde en el que la situación mejor y pueda competir con posibilidades reales”, analizó.
El nacido en Mallorca había advertido días atrás que la lesión no era “un problema grave” y había detallado qué es lo que le ocurría: “Tengo un músculo que se tensa y no me deja hacer el movimiento con libertad. No me deja desarrollar el movimiento al cien por cien, ni forzar”.
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