Tom Brady, mariscal de campo de Tampa Bay Buccanners, es uno de los jugadores más importantes de la historia en la NFL. Este domingo disputará su décimo Super Bowl y si bien este partido le ha dado muchas alegrías, al ganarlo en seis ocasiones con los New England Patriots, también le ha provocado momentos amargos como el robo de uno de su jerseys que utilizó en la edición LI.
La noche del 5 de febrero de 2017, la playera de Brady era especial, pues con ella, Brady y los Pats gestaron uno de los regresos más espectaculares en los registros del deporte, al derrotar a los Atlanta Falcons por 28-34, luego de ir perdiendo 28-3 en el tercer cuarto.
Después de este suceso que se enmarcó en la gloria del fútbol americano, el periodista mexicano, Mauricio Ortega, quien fue director del diario La Prensa, aprovechó el caos por los festejos y robó el uniforme del quarterback que se llegó a valuar en USD 500.
De acuerdo con los videos de medios de comunicación y de vigilancia del estadio en Houston, Texas, a las 21:36 horas, Brady se quitó su jersey para vestir otra playera con la leyenda de campeón. El uniforme fue entregado a uno de sus asistentes, quien a las 21:41 horas dejó el equipo en el vestidor.
Después de 10 minutos, los lentes capturaron a Ortega Camberos caminando en el campo y tomándose fotos con los jugadores. Posteriormente, a las 22:04 horas, se le vio entrando a los vestidores de los Patriots junto a una comitiva que acompañaba al entrenador del equipo, Bill Bellichick.
A las 22:08, el reportero acreditado para estar en ese lugar aparece debajo de una cámara de seguridad en el vestíbulo a la cual mira directamente. Aunque permaneció en ese sitio durante unos minutos, a las 22:11 vuelve entrar a los vestidores con las manos vacías. Sin embargo, a las 22:18 sale del sitio con una bolsa negra debajo del brazo izquierdo.
Unos cuantos minutos después, el máximo ganador de la competencia notó el robo y incluso lo declaró en conferencia de prensa, en donde comentó: “Las camisetas con las que se gana un Super Bowl son bastante especiales para guardar. ¿Qué puedes hacer?, tomaré el anillo y eso es suficientemente bueno para mí”.
Tras esas declaraciones, la policía de Houston y el FBI montaron una investigación de grandes dimensiones. Analizaron horas de grabaciones para construir la evidencia y así fue como identificaron a Ortega. Una vez fichado, fue necesario revisar más de 20,000 acreditaciones para identificarlo.
Otro elemento que ayudó en esta pesquisa fue la colaboración de Dylan Wagner, un adolescente fanático de los Patriots a quien Ortega había intentado vender la camiseta. El lugar en donde se ubicaron los objetos fue una casa del fraccionamiento Condado de Sayavedra, en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
“No puedes venir a Texas a avergonzarnos en nuestro propio territorio”, declaró el jefe de la Policía de Huston, Art Acevedo, días antes de que encontraran los artículos. En la misma casa fueron halladas otras pertenencias de campeones de Super Bowl, como otro jersey de Brady correspondiente al gran partido de 2015 y el casco que Von Miller, de los Broncos, usó en otra final.
Tras el descubrimiento, el histórico mariscal de campo no presentó ningún cargo en contra de Ortega, sin embargo, este desapareció de la luz pública e incluso el diario La Prensa dio a conocer que había renunciado a su cargo de directo por “motivos de carácter personal”.
El año pasado, la cadena de televisión Fox Sports transmitió un documental en el que Ortega Camberos concedió una entrevista, pero evitó profundizar en este asunto. Únicamente dijo que no había sido un acto premeditado.
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