Minnesota Timberwolves estaba listo para arrancar el último entrenamiento antes de enfrentar a San Antonio Spurs en un nuevo partido de la NBA. Previo al viaje rumbo a Texas, la franquicia del norte de los Estados Unidos vivió una situación especial en su estadio.
Un murciélago se infiltró dentro del Target Center y el equipo no tuvo mejor manera de manejar la situación que dedicándole un tuit a Emanuel Ginóbili. “Por favor, envíen a Manu”, escribió la cuenta de los Timberwolves mencionando a los Spurs.
¿Por qué pidieron ayuda del basquetbolista argentino? Ese pedido se debe a que en una oportunidad, en un cotejo ante Sacramento Kings jugado un 31 de octubre de 2009, el bahiense atrapó con su mano a un murciélago que ingresó al campo de juego, lo que despertó una ovación de los presentes. Pero la cosa no terminó ahí y el conflicto tocó la puerta de San Antonio, ya que desde la organización de las Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) dijeron que “la próxima vez Ginóbili se tome un par de minutos para pensar antes de actuar cuando la vida de alguien esté en riesgo”.
Lo negativo de la situación es que recibió una amplia variedad de inyecciones para evitar cualquier tipo de enfermedad que se pudo haber contagiado al pegarle el manotazo al mamífero. Aunque aquella noche anotó 13 puntos, la ovación fue por su instinto cazador y es recordado hasta el día de hoy.
“Tengo como un millón de inyecciones para la rabia. Tengan cuidado, la rabia es una peligrosa enfermedad. Me las tuve que dar porque hablé con muchos especialistas. Tengo 12 aplicaciones de la vacuna en mi cuerpo ahora. Así que creo que voy a estar a salvo, pero no es algo divertido para hacer. Así que chicos no hagan esto en sus casa. No agarren murciélagos, no los aplasten. Tampoco hagan nada con los mapaches porque si no les pasará lo mismo que a mí”, expresó Manu en aquel momento.
No es la primera vez que vinculan a Ginóbili con ese animal: durante un partido entre San Antonio Spurs y Brooklyn Nets, hubo una invasión de murciélagos que obligó a los árbitros a detener el partido. Mientras los basquetbolistas corrían para alejarse de los mamíferos, los relatores y el público pedían por la presencia del argentino. Lamentablemente para los espectadores, Manu ya estaba retirado y no estaba presente en el AT&T Center.
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