El mundo del deporte en Brasil está de luto, cuatro jugadores de Palmas Fútbol y Regatas y el presidente del club, que milita en la cuarta división del país, murieron en un accidente aéreo cuando se trasladaban en avión a Goiania para disputar un partido ante el Vila Nova, por la llamada Copa Verde. También perdió la vida el piloto.
La aeronave particular alquilada por el club cayó a tierra por razones aún desconocidas poco después de haber despegado de Porto Nacional, municipio del estado amazónico de Tocantins. Quedó totalmente destruída. “Lamentamos informar de que no hay sobrevivientes. En este momento de dolor y consternación, el club pide oraciones por los familiares, a lo que ofrecerá el debido apoyo”, afirmó la institución en la nota informativa mediante la cual hizo pública la dolorosa noticia.
Con el correr de las horas se conoció la identidad de los fallecidos. Sueños que quedaron truncos por la tragedia. Lucas Meira, el titular de la entidad, tenía apenas 32 años. Guilherme Noé, de 28 años, era el más experimentado de los jugadores. Defensor, construyó una dilatada trayectoria por el Ascenso de Brasil. Vistió las casacas de Tupí FC, Tombense, Audax de Río de Janeiro, Mirassol, Caldense, San Bernardo y Nacional de San Pablo y Demócrata de Minas Gerais, entre otros.
Marcus Molinari, mediocampista de 23 años, había jugado en Ipatinga, Tupi y Vila Nova antes de recalar en el Palmas y Regatas. También aspiraba dar el salto desde el Ascenso brasileño. Como Lucas Praxedes Carvalho, lateral izquierdo de 23 años y pasado en Botafogo de Paraíba, Capivariano y XV de Jaú antes de embarcarse en la experiencia en Palmas.
Ranule, de 27, era arquero. ¿Por qué viajaban apartados y no estaban ya con el plantel, que venía de jugar un compromiso contra Real Noroeste? Según indicó O Globo, el guardameta, Noé y Praxedes recién habían recibido el alta tras superar al COVID-19 y había resultado convocados para el duelo del lunes.
Pese a no tratarse de un club de gran renombre en Brasil, fundado en 1977 en la ciudad de Palmas, la capital de Tocantins, la institución ha conquistado siete veces el campeonato regional de este estado y en 2004 sorprendió al llegar hasta cuartos de final de la Copa do Brasil.
Nuevamente una tragedia aérea golpea al fútbol verdeamarelo, a poco más de cuatro años del accidente en Colombia que causó la muerte de la mayor parte de la plantilla del club brasileño Chapecoense. Aquel 28 de noviembre de 2016 el plantel viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana y se estrelló a 17 kilómetros del aeropuerto de la ciudad colombiana.
En la tragedia murieron 71 de las 77 personas que se encontraban en la aeronave de la aerolínea boliviana Lamia, entre ellos jugadores, miembros de la directiva y del cuerpo técnico, así como una veintena de periodistas que acompañaba al club en su primera final en un torneo internacional.
Chapecoense compartió un mensaje de pesar en las redes sociales que sirvió como aglutinador de las condolencias de todos los clubes de Brasil y del resto de la región. “Es con profunda tristeza que recibimos la noticia del accidente del avión que se llevó a los deportistas y al presidente del Palmas Futebol. Lamentablemente, sabemos cómo es este momento de dolor insuperable por pérdidas irreparables y nos gustaría que ningún otro grupo tuviera que sentir lo mismo”, compartió.
“Ante esto, sin embargo, expresamos nuestro sentimiento de fuerza y nuestra total solidaridad con familiares, amigos, compañeros y aficionados. No pasarán por esto solos”, concluyó la entidad de Santa Catarina.
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