— ¿En qué viniste?
— En un Mercedes
— ¿Qué tienes en la mano?
— Un Rolex
— ¿Cuántos partidos has jugado con el equipo principal?
— Cero...
El diálogo lo mantuvo Jürgen Klopp con un juvenil del Liverpool durante un primer día de pretemporada y vio la luz en las últimas horas a raíz de una entrevista que brindó el ex defensor del club británico Dejan Lovren, quien graficó el método de liderazgo que mantuvo el DT alemán para evitar que los egos de “super estrella” dominen a algunos jóvenes sin recorrido.
“Te contaré una pequeña historia. En 2017, en el primer día de entrenamiento de pretemporada con el Liverpool, un joven de 18 años, no lo nombraré, llegó a entrenar en un Mercedes con un Rolex dorado en la muñeca. Klopp vio esto y preguntó: ‘¿Con qué viniste?...”, detalló el defensor croata que defendió la camiseta de los Reds entre 2014 y 2020. El diálogo que provino entre el DT y el joven es el que inaugura esta nota.
“¿Ese hombre reaccionó de alguna manera?”, lo consultaron a Lovren ante esta anécdota. “Sí, claro, llegó sin ellos y en un coche corriente”, contestó el deportista de 31 años en diálogo con el sitio oficial del Zenit, el club al que emigró a mediados del año pasado.
En línea con esta lección de vida que vio de Klopp, el subcampeón del mundo con Croacia en 2018 reflexionó: “Todo tiene su tiempo. Ese es el enfoque equivocado para mostrar con la apariencia que ahora estás en el centro. No condeno a los jóvenes, condeno a los padres. Mis padres siempre me decían de ser más modesto”.
El defensor se inició en el Dinamo Zagreb de su país, pero en el 2010 pegó el salto al fútbol francés para militar en el Lyon. “Me fui cuando tenía veinte años, fue difícil para mí. Fui estúpido, por supuesto: después del primer cheque de pago me compré un Maserati, pero después de un par de meses alguien de arriba pareció golpearme y decirme que ese no era el punto de la vida. El significado de la vida es trabajar duro y duro. Esto es lo que la vida y el fútbol me enseñaron: nunca te relajes. Nunca. Habrá altibajos en las carreras, pero un gran jugador se diferencia en que después de una caída no sólo se eleva, si no que se vuelve aún mejor. Si un jugador no entra al campo durante seis, siete u ocho meses, entonces tiene problemas. Tuve un período similar, que duró dos o tres meses, pero luego volví. Porque lucho. Y vendí el Maserati...”, aseguró.
El hombre que también militó en el Southampton en la Premier League ya es el dueño de la cinta de capitán en el Zenit. Desde ese rol de líder, se explayó en su mirada sobre los tiempos que corren en el fútbol: “En el fútbol moderno ya no hay jugadores jóvenes que pateen pelotas o lleven agua a los futbolistas porque hay personas especialmente encargadas de ello. Y creo que esto no siempre es bueno. Los jóvenes deberían aprender a jugar al fútbol grande lo antes posible, cómo funciona desde adentro”.
Al mismo tiempo, dijo que él preferiría “no usar” redes sociales. “Puedo eliminar todo para poder concentrarme en lo real. Pero esto no es tan fácil de hacer para las generaciones más jóvenes. Todas estas cosas y servicios estúpidos requieren mucho tiempo y atención. Hacen que una persona no se concentre en el fútbol. Hoy es parte del fútbol pero si eres un jugador de alto nivel y ganas dinero con el fútbol. Si eres una superestrella y puedes decirle a la gente algo realmente bueno e importante. Aun así, no es necesario utilizarlo todos los días. Y hay personas que revisan sus redes sociales tres veces al día, publican fotos. Esto me molesta mucho en los jóvenes”.
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