La atípica situación de la pandemia también se convirtió en una ranura para alimentar rumores sobre una posible cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio. En medio de las versiones, el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) e integrante del Comité Olímpico Internacional (COI) Gerardo Werthein despejó todo tipo de dudas en torno a la cita más importante de planeta: “Los Juegos se hacen. Lo que se discute es cómo se van a hacer. El 23 de julio empiezan los Juegos”.
La afirmación de Werthein está en sintonía con los mensajes que emitieron el Gobierno de Japón y el propio COI luego de las versiones que lanzó el diario The Times sobre una posible suspensión del evento que se desarrollará entre el 23 de julio y el 8 de agosto de este 2021 en Tokio tras la postergación del año pasado por la situación sanitaria a nivel mundial.
“No se discute si vamos a tener Juegos, sino cómo van a ser esos Juegos. Si vamos a tener JJOO con espectadores del exterior o no, cuántos espectadores, cuáles van a ser los procedimientos. Desde el COI estamos trabajando con un número de especialistas altamente profesionalizados que están analizando las medidas necesarias para que nuestros atletas concurran en un ámbito con medidas de alta seguridad”, detalló ante Infobae.
Werthein es una voz absolutamente autorizada en el tema porque más allá de comandar el COA desde el 2009, está sentado en una de las sillas más importantes del COI tras ser elegido junto con la dirigente filipina Mikaela Cojuangco Jaworski como uno de los integrantes de la Junta Directiva de la entidad. “Vamos a apoyar a los países para que los atletas puedan vacunarse, pero sin que eso afecte a las cuotas de los ciudadanos. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en Argentina una delegación completa puede ser de 220 personas”, detalló el responsable del deporte en el país que luego de los JJOO ya anunció que abandonará su cargo como máxima autoridad.
El COI trabaja para generar medidas de seguridad más efectivas y asegurar el cuidado de los deportistas, pero siempre teniendo en cuenta que los panoramas se modifican día a día. A seis meses del evento, las vacunaciones pueden ser trascendentales tanto para los atletas como para el país que albergará la competencia: “Hay países que no tienen acceso a la vacuna todavía y nosotros vamos a asegurarnos que todos puedan tener el acceso. Por supuesto que la decisión de vacunarse es voluntaria, pero vacunarse ayuda a proteger a todos”.
“Hay un sistema de burbuja que se perfecciona día a día. Y también un sistema de testeos, que con las nuevas tecnologías hoy en 20 minutos se puede hacer un examen. Eso nos permite testear a una gran cantidad de gente en pocos minutos. Mientras más testeos, más protección habrá en la Villa Olímpica. Estamos trabajando en los viajes y en los arribos. No habrá contacto con los medios de transportes públicos, ya que los atletas irán en medios dedicados, específicos. Esto, por supuesto, con la distancia y todas las medidas”, detalló sobre el plan que ya está en marcha.
Japón es un “país ejemplo” y que está trabajando “para que todos los países puedan ingresar”. Más allá del hincapié en posibilitarle a los atletas la oportunidad de acceder a la vacunación, también está el foco puesto sobre el avance de la inmunización en el país anfitrión: “Cuando la logística de Japón empiece a crecer, esa ciudadanía va a tener un nivel de protección muy alto”.
Estas proyecciones se realizan luego de que ese país decretara la emergencia sanitaria en Tokio por el récord de contagios: “Un estado de emergencia en Japón no es como el lock down que hemos visto o como el que protagonizamos nosotros. Es una manera que ellos le llaman emergencia, pero pueden salir a la calle”, aclaró Werthein sobre otros de los puntos que también despertó preocupación durante los últimos días.
“Claramente serán unos Juegos atípicos –anticipó– porque estamos en una pandemia que afecta a la forma en cómo vivimos y a todos. Las pandemias no distinguen, afectan a todos por igual”. En ese tono, las distintas federaciones internacionales afinan los detalles para concretar los torneos clasificatorios que otorgarán el 40% de boletos que faltan entregar para los JJOO.
Más allá de pregonar la vacunación temprana entre los participantes del certamen para que la medicación pueda generar los anticuerpos, el foco también estará puesto en el seguimiento de los testeos y el cumplimiento de las medidas de seguridad. “La Villa Olímpica va a ser un centro que denominados estéril. Si los deportistas van a estar testeados casi diariamente, esperemos que los atletas estén vacunados y los transportes van a ser medios específicos, cuando entren en zona de competencia no van a tener contacto con nadie más que con otros competidores que forman parte de la misma burbuja. Entonces el riesgo se acota muchísimo”, analizó.
Para tener una magnitud del evento, los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro durante el 2016 contaron con la presencia de 11.551 atletas de 207 Comité diferentes. Por eso, el disparo de largada de la cita en Tokio también significará un mensaje a nivel mundial: “Un Juego Olímpico es algo mucho más importante que una competencia deportiva. Los Juegos Olímpicos son el motor del deporte. Es un estímulo para la sociedad y para recuperarse. Los JJOO son una señal muy fuerte para el mundo de que volvemos a juntarnos con cuidado, seguridad e impulsando el deporte, que impulsa la actividad física”.
Si bien hoy es “aventurado” hacer una predicción precisa sobre cómo se realizarán finalmente los Juegos, el optimismo por el avance de la vacunación alrededor del mundo es un motor importante tanto como la transformación que puede significar este evento en medio de una pandemia. “Va a impactar que se vuelvan a reunir 200 países en una celebración que tiene que ver con el deporte. Vamos a tener particularidades. Quizás veamos los estadios con más o menos público. Se está analizando. Vamos viendo y midiendo los riesgos que existen. No es lo mismo un estadio al aire libre que uno cerrado, por ejemplo. Eso estará determinado por los científicos y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son quienes nos asesoran”, aclaró.
“Es un proyecto complejo con un sin número de medidas. Las circunstancias nos obligan a hacer estas cosas y es un gran desafío. Hay que preservar a esta generación de atletas. No hay que hacer declaraciones que enturbien o pongan en duda sin conocer al detalle el trabajo que se está haciendo. Estas especulaciones son de una injusticia muy grande porque crean ansiedad y angustia a todos los atletas. En vez de pensar cómo se preparan, los hacen pensar en si van a poder ir”, reflexionó Werthein sobre la responsabilidad a la hora de divulgar información en torno a la cita más trascendente del ámbito deportivo y una de las más importantes del planeta.
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