El Burnley se impuso por 1-0 en Anfield y puso fin a la racha de 68 partidos del Liverpool sin perder en su estadio, este jueves en partido de la 18ª fecha de la Premier League. Esta derrota, que llegó tras un penal cometido por el arquero brasileño Alisson y que transformó Ashley Barnes en el tramo final del encuentro, dejó a los Reds en la cuarta plaza de la clasificación, a 6 puntos del líder, Manchester United.
Manchester City y Leicester, segundo y tercero con 38 puntos, también están por delante del cuadro de Jürgen Klopp, que suma solo 34 unidades. Pero lo peor para el último campeón es que esta derrota no hace más que revelar que el equipo está en crisis de resultados y ya son cinco jornadas sin ganar (dos derrotas y tres empates).
De esta manera la racha acabó en 68 encuentros, no caía desde el 23 de abril de 2017 cuando sucumbió 1-2 contra el Crystal Palace, por eso el récord de invicto seguirá siendo del Chelsea que entre 2004 y 2008 se mantuvo 86 partidos sin acumular derrotas.
“Es un puñetazo enorme en la cara”, declaró Klopp tras el final del encuentro: “Tuvimos mucho balón, creamos algo y no rematamos las situaciones”. “Perdimos un partido que creo que en realidad es imposible perder. Pero lo logramos”, sentenció el alemán.
La sequía de goles del Liverpool llevó al entrenador a dejar a Mohamed Salah y Roberto Firmino en el banco de los suplentes durante una hora, pero incluso la eventual entrada de los dos delanteros estrellas no pudo provocar un buen final. “Es difícil, no es fácil de explicar. Trabajamos duro esta noche y no sucedió. Es mi responsabilidad, esa es la explicación fácil”.
“Son decisiones equivocadas en el momento, tres centros en el área, intentamos encontrar un jugador pero no lo hicimos. Es mi trabajo asegurarme de que los muchachos estén en la posición correcta, que se sientan bien”, aclaró y agregó: “Si algo no funciona, tienes que esforzarte más, más a menudo, por más tiempo. No fue fácil perder ese juego y lo logramos”.
El Liverpool saldría de los puestos de clasificación de la Champions League si Tottenham al menos empata su juego en la mano o si el Everton gana uno de sus dos partidos extra. El próximo domingo, visitará Old Trafford, aunque el encuentro frente al Manchester United corresponde a la cuarta ronda de la FA Cup y no a la Premier League.
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Con información de AFP