En el umbral de que se cumpla el primer aniversario de la muerte de Kobe Bryant, su hija Gigi y otros siete tripulantes (se cumple el 26 de enero), Natalia, la primera de sus herederas, cumplió 18 años. Y Vanessa, esposa y compañera del astro, que a lo largo de estos 12 meses lo recordó en continuado, casi como una línea de tiempo, publicó una serie de fotos de la joven, actuales y antiguas, para compartir su orgullo con sus seguidores en Instagram. Además, le escribió una conmovedora carta, firmada por toda la familia: “Mami, papi, Gigi, BB y Koko”.
“Querida Natalia, ¡Feliz cumpleaños! Mamá y papá están muy orgullosos de la jovencita en la que te has convertido. Has demostrado tanta fuerza y entereza durante el año más difícil de nuestras vidas... Gracias por intervenir para ayudarme con sus hermanitas. Eres una hermana mayor increíble y un hermoso modelo a seguir para tanta gente. Gracias por ser amable, educada y cortés en todo lo que haces. No tienes idea de lo felices y orgullosos que están mamá y papá de que seas nuestra hija. Te amamos siempre y para siempre. ¡Feliz cumpleaños número 18 a nuestra primogénita, Natalia, nuestra princesa!”, fue el mensaje que escribió en su primer posteo, al que le siguió el book de fotos.
En dos de las imágenes se puede ver a Natalia en su etapa de bebé, junto a la leyenda de los Ángeles Lakers, en el estadio. En una, además, también está Vanessa. “La pequeña princesa de papá”, escribió en una de ellas, en las que ambos aparecen abrigados, prestos a abandonar el campo de juego tras una de las grandes faenas de Kobe. “Te amamos tanto. ¡Nuestra primogénita”, firmó en la otra, en la que Vanessa, el basquetbolista y la niña posan junto al logo de la mítica franquicia de la NBA.
Cinco veces ganador del anillo de campón de la liga de baloncesto más competitiva del mundo, los Lakers, justamente, volvieron a celebrar el título en 2020, el año de su muerte. “Te prometo que continuaré tu legado”, se comprometió LeBron James en su mensaje de despedida a Kobe.
No olvidaba que, el día de su arribo al plantel para reverdecer a la franquicia, Black Mamba le había abierto las puertas de una ciudad que lo miraba con desconfianza. “Cuando decidí venir aquí, Kobe me envió un mensaje que decía: ‘Bienvenido, hermano. Bienvenido a la familia’. Fue un momento muy especial porque en ese momento la afición de los Lakers no estaba del todo conmigo”, explicó James.
A casi un año de su partida, su huella se mantieen indeleble. En el mundo del básquet, en los Lakers y, sobre todo, en su familia y sus seres queridos.
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