Boca no hizo pie en Brasil, cayó por un contundente 3-0 ante Santos y quedó eliminado de la Copa Libertadores, el máximo objetivo del club para la temporada que está a punto de finalizar y que se retrasó por el avance de la pandemia de coronavirus en todo el mundo.
Fue una derrota dolorosa para el equipo que dirige Miguel Ángel Russo, que en ningún momento estuvo con chances de acercarse al conjunto brasileño en el resultado y quedó en la antesala de disputar la final número 12 de su historia en la competición.
Más allá de los bajos rendimientos, uno de los protagonistas centrales del equipo argentino fue Carlos Tevez. El capitán de Boca vivió un partido particular: clave en el buen pasaje que tuvo el Xeneize en la Libertadores para llegar a las semifinales, poco pudo hacer en Vila Belmiro y se mostró molesto por las diferentes acciones que derivaron en la goleada a favor del Peixe.
Antes de los 50 segundos de acción, el equipo de Russo sufrió la primera jugada en contra. Marinho le robó la pelota a Fabra y remató cruzado, pero la pelota pegó en el palo. Ya a los 15 minutos, Pituca aprovechó un rebote y la poca reacción de la defensa de Boca para poner el 1-0 en favor de los locales. Acto seguido, antes de disponerse a hacer el saque desde el centro del campo, Tevez se dio vuelta y empezó a arengar a sus compañeros: “Vamos, vamos…”, fueron las palabras con las que el 10 azul y oro intentó alentar al resto y le reclamó atención a una defensa que sufrió todo el encuentro.
Con el 0-1, el Xeneize intentó tímidamente buscar la igualdad. El local le entregó la pelota, pero el conjunto de Russo nunca encontró la forma de lastimar a la defensa de los dirigidos por Cuca. Tevez buscó asociarse con sus compañeros, pero no pudo hacerlo.
Ya en el segundo tiempo, todo sería cuesta abajo para Boca. A los 4 minutos, Eduardo Salvio perdió la pelota en el costado derecho tras intentar un caño en la mitad del campo, Santos salió rápidamente contra el arco de Andrada y el venezolano Soteldo aprovechó los espacios para marcar el segundo tanto de los brasileños. Esa jugada provocó el enojo de Tevez, que reprochó en dos ocasiones la decisión que intentó tomar el delantero. Primero, lanzó una ademán con sus manos y segundos más tarde hizo un gesto como indicándole al ex Lanús que no se podía hacer una acción de ese tipo en ese lugar de la cancha.
Dos minutos después del 2-0, una gran combinación entre Marinho y Lucas Braga acabó con el tercer gol de Santos que definió el partido a favor del Peixe. Más allá de los intentos, Boca ni siquiera pudo descontar y cayó sin atenuantes. Visiblemente golpeado por la derrota, cuando el número 11 del equipo paulista se acercó a pedirle la camiseta, Carlitos se negó y se fue caminando hacia la entrada del vestuario visitante.
A pesar de esa actitud del capitán xeneize en el campo de juego, finalmente le cambió la casaca a Marinho en el acceso a los vestidores.
Como sucedió con el resto de los jugadores de Boca, Tevez se fue sin dar declaraciones tras lo sucedido en Vila Belmiro. Ahora será tiempo de recuperarse y focalizarse para disputar el último partido antes del receso: el próximo domingo, en San Juan, el Xeneize se enfrentará a Banfield en la final de la primera edición de la Copa Diego Maradona.
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