El tenista británico Andy Murray dio positivo por COVID-19, lo que pone en duda su participación en el Abierto de Australia, según confirman este jueves varios medios locales.
El deportista, ex número uno del mundo, se encuentra actualmente aislado en su domicilio pese a que tenía previsto viajar a Australia en uno de los 18 vuelos chárter habilitados por la organización del torneo.
Murray, que por el momento se encuentra bien de salud, confía en poder llegar a Australia más tarde de lo inicialmente previsto y participar en el primer Grand Slam del año, que comenzará el próximo 8 de febrero.
El tenista y su equipo están, según los medios del Reino Unido, tratando de llegar a una solución aceptable con el director de la competición, Craig Tiley.
Por el momento, se espera que los jugadores comiencen a llegar al país en las próximas 24 horas para que puedan completar un período de dos semanas de cuarentena, durante el que se les permite abandonar sus dormitorios para entrenar durante cinco horas al día.
La organización del torneo había estipulado que un resultado positivo por COVID-19 antes de volar a ese país implicaría que no se permitiría viajar al tenista afectado.
El certamen, que se desarrollará desde el 8 de febrero hasta el 21 de ese mismo mes, evalúa tomar distintas medidas de prevención para mantener el control sobre los deportistas que llegarán a ese país. Según indicó el diario australiano The Age, se instalarían alarmas en las salidas de emergencia de los recintos de los tenistas para que ninguno de ellos pueda escaparse sin permiso. Al mismo tiempo, Tenis Australia anunció fuertes multas para aquellos que rompan el aislamiento dispuesto por la organización para esta edición: los castigos podrían rondar desde los 20 mil dólares australianos –unos 12.622 euros–, hasta la exclusión de la competencia y la posterior deportación a su país de residencia.
El Australia Open no es un torneo más para Murray. Allí fue cinco veces finalista (2010, 2011, 2013, 2015 y 2016), pero nunca pudo alzar el trofeo. A los 33 años, y ubicado en el puesto 123 del ranking ATP, el tenista británico peleó contra las lesiones durante los últimos años de su carrera. Durante la atípica temporada 2020, sólo ganó tres partidos: dos en el Masters 1000 de Cincinnati durante agosto y uno en el US Open.
*Con información de EFE
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