Después de que el régimen de Irán ejecutó al joven luchador Navid Afkari el pasado mes de septiembre, un segundo luchador fue condenado a morir en la horca: se trata de Mehdi Ali Hosseini, un atleta olímpico de 29 años, quien fue arrestado hace cuatro años y acusado del asesinato de otro joven durante una pelea grupal.
Según informó el periódico británico Daily Mail, Mehdi Ali Hosseini –que había sido detenido en 2015– será ejecutado de forma inminente porque la familia de la víctima se negó a perdonarlo y se aplicó entonces la Ley del Talión, conocida popularmente como “Ojo por ojo, diente por diente”.
Al igual que sucedió con Afkari, de 27 años, muchas entidades deportivas internacionales y organizaciones defensoras de los derechos humanos han intentado frenarlo. También varias figuras del deporte iraní, entre ellas Hamid Sourian, campeón olímpico de lucha grecorromana en los Juegos de Londres 2012 y actual vicepresidente de la Federación de Lucha de ese país. “Espero que la honorable familia Gheibi perdone a este joven haciendo esta buena acción”, dijo Sourian.
Pero las suplicas no hicieron efecto. Mehdi Ali Hosseini será ejecutado, como sucedió hace cuatro meses con Navid Afkari, quien perdió la vida en la ciudad de Shiraz, en el sur de su país, porque estaba acusado de participar en el asesinato de un trabajador del departamento de agua durante las protestas a nivel nacional en agosto de 2018. Sus hermanos Vahid y Habib fueron sentenciados a 54 y 27 años de cárcel por el mismo motivo.
Afkari, a quien además condenaron a recibir 74 latigazos, nunca aceptó los cargos y su familia siempre insistió que su confesión –grabada y difundida por el régimen de Irán– había sido forzada, que lo habían torturado para que mienta en sus declaraciones.
Ali Safavi, funcionario del comité de asuntos exteriores del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI) con sede en París, dijo en diálogo con Arab News que su organismo y otros críticos del régimen “condenan enérgicamente a la dictadura religiosa gobernante por su intención de ejecutar” a Hosseini.
“Como es evidente en las últimas cuatro décadas, el régimen clerical utiliza las ejecuciones, políticas y de otro tipo, como un medio para infundir una atmósfera de terror e intimidación en la sociedad, en un intento por frustrar el estallido de levantamientos de una población cada vez más enfurecida y descontenta“, sentenció Safavi.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: