Como sucedió durante el 2020, la pandemia de coronavirus continúa obligando al deporte a modificar sus escenarios tradicionales. Le sucedió a las grandes ligas de fútbol, a otras disciplinas globales como la NBA o la Fórmula 1, y también le ocurrió al circuito de tenis profesional masculino y femenino. A diferencia del clásico comienzo de año, el primer Grand Slam de la temporada tuvo que moverse del calendario por la crisis epidemiológica que vive el mundo.
Así será que recién a principios de febrero, entre el 8 y el 21, se disputará el Abierto de Australia. A la espera del tradicional torneo que se realiza en las instalaciones del Melbourne Park, ya se están llevando a cabo desde el pasado 10 de enero las fases clasificatorias para los varones, en Doha, y para las mujeres, en Dubai.
De cara a lo que será el campeonato que en 2020 tuvo como campeones individuales al serbio Novak Djokovic y a la estadounidense Sofia Kenin, la organización del evento impulsará varias medidas para preservar el modo burbuja para los jugadores y los que serán sus acompañantes en la excursión por el país oceánico. Una de las restricciones más importantes está relacionada a las salidas de los hoteles. Según indicó el diario australiano The Age, se instalarán alarmas en las salidas de emergencia de los recintos de los tenistas para que ninguno de ellos pueda escaparse sin permiso.
El Crown Promenade y el Grand Hyatt serán dos de los hoteles que albergarán a los jugadores y quienes los acompañarán a Australia. Es importante recordar que los tenistas, al menos en Melbourne, sólo podrán salir de sus hoteles por cinco horas, destinadas de manera exclusiva a entrenarse. En ese sentido, los protagonistas pueden ir acompañados de una única persona aunque sean más los miembros del staff los que viajen a destino. El resto del equipo deberá permanecer en el hotel.
Por su parte, el medio australiano confirmó que el gobierno de Victoria anunció que serán unos 1100 oficiales de apoyo residencial los que trabajarán en la organización del Abierto de Australia. Según dicho número, se estima que serán casi tantos oficiales de apoyo como jugadores y otras personas implicadas en el evento, lo que sugiere que cada tenista/entrenador tendrá su guía particular. Además, la policía local será la encargada de escoltar los coches de los jugadores desde sus hoteles hasta Melbourne Park, el complejo de canchas.
Además, Tenis Australia anunció fuertes multas para aquellos que rompan el aislamiento dispuesto por la organización para esta edición, la número 109 del Grand Slam del circuito profesional de tenis masculino y femenino. Se estima que las penas podrían ir desde tener que abonar 20 mil dólares australianos -unos 12.662 euros-, ser excluidos de la competencia y terminar deportados a su país de residencia fuera de los límites del territorio australiano.
En el marco de los cuidados para evitar la circulación del virus, en las últimas horas se produjo una situación peculiar en Doha, una de las sedes elegidas para la clasificación al certamen: el estadounidense Denis Kudla, que ocupa el puesto 114 en el ranking ATP, se enteró que dio positivo al test de coronavirus mientras jugaba su partido ante el marroquí Elliot Benchetrit.
En ese preciso momento, el médico del torneo informó el resultado a un supervisor y luego le transmitió la noticia al entrenador del jugador que en ese momento tenía una ventaja de 6-4 y 5-3 en el marcador. El encuentro continuó hasta que ganó el siguiente juego y selló la victoria. Sin embargo, fue descalificado una vez que concluyó el encuentro.
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