En las últimas horas se confirmó la muerte de un hombre que fue decisivo en los comienzos de la carrera deportiva de Manu Ginóbili. El ex basquetbolista estadounidense Grant Gondrezick falleció el pasado jueves 7 de enero a sus 57 años por causas que todavía se desconocen.
Conocido como Gondo, nació el 19 de enero de 1963 en la ciudad de Boulder, estado de Colorado. Se destacó como jugador de la Universidad de Pepperdine hasta que en 1986 fue elegido por los Phoenix Suns en el puesto 77 de la segunda ronda del Draft de la NBA. Rápidamente, su impacto fue negativo: tuvo problemas legales y relacionados a la adicción a las drogas.
Los escándalos que protagonizó generaron su expulsión del sistema y se recluyó durante una temporada en el Caen francés, más allá de que negoció la pena con la Justicia y simplemente debió pagar una multa tras ser encontrado culpable de manipular a un testigo. Luego de estar un año en Francia, volvió a la mejor liga de básquet del mundo y se sumó a Los Ángeles Clippers en lo que fue su última vez en la NBA.
A partir de dicha experiencia, comenzó a ser un trotamundo de su deporte: jugó en ligas de Bélgica, Italia y España hasta que desembarcó en la Argentina y se calzó la camiseta de Estudiantes de Bahía Blanca. Allí fue donde conoció a Ginóbili y, gracias a su discurso, le cambió la cabeza al bahiense que años más tarde se convertiría en el tercer argentino en pegar el salto a la NBA.
Fue el propio Manu hace ya una década el que, en una charla TED, dio indicios del valor que tuvo un diálogo con Gondrezick cuando ambos compartieron equipo en la Liga Nacional para darle el impulso final y mentalizarse de que podía ser una pieza importante en el baloncesto más relevante del planeta.
“Había vestigios o cosas que indicaban que me podía llegar a transformar en un muy buen jugador de Liga Nacional, pero nada más. Al año siguiente vuelvo a Bahía Blanca. Hay un momento clave en ese año, que es una charla con un extranjero que jugaba conmigo y había estado dos o tres años en la NBA. Me sentó y me dijo: ‘Te tenés que ir a los Estados Unidos, a estudiar en una Universidad en Estados Unidos, que si vos vas y estás cuatro años ahí terminás en la NBA’. Yo lo miré como diciendo ‘imposible’, este quiere ser mi amigo o algo, y me lo dice para motivarme o hacerme poner bien”, rememoró Ginóbili y lo posicionó como el núcleo de su transformación mental para llegar a ser el jugador que fue.
En diálogo con Infobae hace un tiempo, Daniel Rodríguez, ex entrenador de Manu en Argentina, se refirió a la influencia de Gondrezick en el pensamiento del cuatro veces campeón de la NBA con los San Antonio Spurs: “Grant había sido un ex NBA, un alero de 1,96 metros, muy fuerte, muy guapo, muy aguerrido para jugar. Este muchacho, que no tenía nada de tonto y contaba con gran experiencia en el basquetbol internacional y en la NBA, empezó a darse cuenta también que los pibes que tenía ese equipo eran cosa seria, importante. Especialmente Manu. Él empezó un poco a insistir en que Manu se fuera a un College americano. Decía que si Manu tenía la posibilidad de entrar ahí, le iba a abrir las puertas para algo muy importante. Y empezó a insistir mucho con eso; ¡y encima Grant era pesado!”, relató Zeta.
Después que jugó sólo 16 partidos en la Liga Nacional argentina, entre los que se destacó uno clave que le permitió a Estudiantes salvarse del descenso gracias a una tarea fantástica en la que sumó 42 puntos y capturó 15 rebotes para vencer al Deportivo Roca, Grant tuvo algunas otras excursiones hasta que se retiró de la disciplina y se convirtió en entrenador. En dicha posición fue que protagonizó uno de sus últimos escándalos: en 2009 afrontó una nueva acusación y se declaró culpable en un caso de fraude hipotecario que involucró la venta de 24 viviendas en Houston.
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