La serie de Copa Sudamericana entre Defensa y Justicia y Coquimbo se convirtió en un hecho repleto de controversias. Tras los cambios de sedes, la detección de tres casos positivos de coronavirus en el plantel del Halcón y la posterior suspensión de la semifinal de ida, la delegación argentina quedó aislada en un hotel de Santiago de Chile. Recién este viernes en horas de la tarde las autoridades sanitarias de Chile le permitieron al plantel retornar al país.
Según pudo averiguar Infobae con fuentes del club argentino, hasta cerca de las 17 horas los integrantes de la delegación no tenían autorización para salir del hotel Hilton y estaban a la espera de una reunión en el consulado argentino con autoridades locales en busca de una resolución. Finalmente, la habilitación para dejar el lugar llegó y la delegación del Halcón partió rumbo al aeropuerto.
Todo se inició horas antes del encuentro que iba a desarrollarse ayer jueves desde las 21.30 en el Estadio Nacional: las autoridades sanitarias chilenas advirtieron que tres futbolistas habían dado positivo en los testeos realizados durante el ingreso al país. Estos funcionarios se hicieron presentes en el hotel cerca de cuatro horas antes del partido y le informaron a los directivos de Defensa que las 56 personas que integraron el vuelo eran consideradas contacto estrecho por la legislación local y por eso debían guardar cuarentena obligatoria en el lugar por 10 días. Ante esta situación, las distintas autoridades argentinas y chilenas negociaron para alcanzar el permiso que les permitiera volver rumbo a Buenos Aires en un formato de burbuja.
“Vinimos a jugar un partido de fútbol en La Serena, queríamos jugar con Coquimbo en su cancha y todo se empezó a desvirtuar desde que llegamos, pero acatamos las decisiones y nosotros queremos jugar al fútbol, nada más”, dijo Hernán Crespo, el entrenador de Defensa y Justicia, al salir del hotel. “Ahora lo único es volver a casa y esperar a qué se va a resolver”, agregó.
Desde el Halcón informaron que antes de viajar rumbo a Santiago se realizaron tres exámenes a todas las personas que volarían y en la totalidad de los casos el resultado había sido negativo. Inclusive el hecho tiene una particularidad: Washington Camacho –uno de los futbolistas que dio positivo en Chile junto con Franco Pizzini y Rafael Delgado– ya tuvo coronavirus a fines de septiembre por lo que estaría reinfectado en menos de cuatro meses.
Sin embargo, la serie ya venía con complejidades antes de conocerse los casos de coronavirus: el Halcón había organizado para viajar en vuelo chárter directo a La Serena, pero días antes debieron cambiar la planificación ya que por una normativa chilena debían hacer escala en Santiago para realizar los distintos trámites de ingreso al país. Frente a eso, Conmebol optó por trasladar la sede un día antes del partido desde La Serena a Santiago de Chile, ya que el estadio no puede estar a más de 150 kilómetros del aeropuerto donde aterriza el plantel.
Tras instalarse en la capital del país trasandino, el Halcón se entrenó en un predio de esa ciudad el día previo al encuentro. Al conocerse la noticia de los tres testeos positivos y la obligación de realizar todos los integrantes de la delegación la cuarentena en el hotel donde estaban hospedados a raíz de las regulaciones chilenas, Conmebol decidió suspender el evento horas antes de su disputa en “función de las decisión de las autoridades chilenas”.
Al mismo tiempo, el máximo organismo aclaró que reprogramaba la semifinal de ida para el próximo martes 12 de enero en Asunción, en hora y estadio a determinar. Pero el tema no terminó ahí: mientras los dirigidos por Hernán Crespo buscan poder regresar a Argentina, Coquimbo expresó su queja por el cambio de sede. “El partido se tiene que jugar en Chile sí o sí. Coquimbo es de Chile. Hemos hecho todo bien, se han aceptado de manera digna todas las decisiones”, afirmó el presidente del club chileno Jorge Contador en declaraciones que replicó el diario La Tercera.
Sin embargo, el protocolo de la Conmebol habilita determinaciones en sucesos de este estilo: “Se prevé este posible escenario para el caso de que algún club, por disposiciones y medidas sanitarias de prevención específicas de su país de origen, no pueda ejercer su localía en su país/ciudad/estadio habitual”.
Cuando informó el cambio de sede, Conmebol especificó: “Esta decisión es adoptada por la entidad matriz del fútbol sudamericano luego de que las autoridades chilenas resolvieran aplicar una cuarentena sanitaria a toda la delegación de Defensa y Justicia, equipo que debía enfrentar esta noche a Coquimbo Unido, en Santiago. Todos los pasajeros del vuelo charter que llevó al club argentino son considerados por las autoridades chilenas como “contactos estrechos” de tres casos positivos de COVID 19. En esas condiciones, bajo un régimen de aislamiento, queda claro que no es posible la realización del encuentro deportivo”.
Al mismo tiempo, denunciaron que no se respetaron las normas pautadas: “Es oportuno señalar que el protocolo en vigencia en Chile para los partidos internacionales establece que todos los miembros de la delegación visitante serán sometidos a pruebas de detección del virus al momento de arribar. Según este protocolo, las autoridades chilenas debían entregar los resultados en ocho horas. Los test a la delegación de Defensa y Justicia fueron realizados el día 6 a las 13 horas, pero los resultados fueron proveídos recién el día 7, sobrepasando largamente las ocho horas referidas. Además, la determinación de declarar en aislamiento a toda la delegación fue comunicada apenas dos horas antes del inicio del partido”.
Por su parte, Defensa aclaró que estaba en condiciones de aislar a los tres futbolistas que dieron positivo y de disputar el partido con los deportistas restantes que viajaron: “Los jugadores se encuentran aislados. Conforme a nuestro protocolo sanitario, desde el comienzo de las competiciones los jugadores de Defensa y Justicia concentran en habitaciones individuales, y realizan todas las actividades manteniendo el correspondiente distanciamiento”.
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