A falta de un cuarto de hora para que finalizara el duelo de ida por las semifinales de la Copa Libertadores entre Boca y Santos en la Bombonera, Marinho punteó la pelota dentro del área rival y Carlos Izquierdoz lo contactó en una maniobra que tranquilamente pudo haber sido considerado falta dentro del área. El árbitro del partido, el chileno Roberto Tobar, entendió que no había falta, mientras que en el VAR (a cargo del paraguayo Juan Gabriel Benítez), le dieron la derecha. Ahora se difundieron los audios entre el juez y la cabina.
A Tobar le marcan que el brasileño partió habilitado y luego de que cayera al suelo, el chileno exclama “limpio, no, nada”, mientras que el asistente del VAR (el chileno Eduardo Gamboa) suscribe: “Se deja caer”. Sin embargo Benítez advierte que existe un contacto, entonces repasan las repeticiones de la jugada y exige verla en velocidad normal. Después de observarla en varias oportunidades, Benítez opina que “le pone la pierna”, pide verla nuevamente de atrás y le avisa a Tobar que no reanude la acción.
Ahí es cuando Gamboa sentencia que la caída de Marinho se ocasiona por un “roce de fútbol” y Benítez le comunica a Tobar: “Roberto, continúa, seguimos”. El árbitro principal cierra el diálogo: “Perfecto”. Lo que llama la atención es que el Asistente del VAR (Gamboa, compatriota de Tobar) parece tener más injerencia y poder de opinión que el propio encargado de la cabina (el paraguayo Benítez).
Por la no revisión de esta jugada, el club Santos emitió un comunicado en el que advirtió que elevará un pedido de actuación de oficio a la Conmebol. El entrenador del equipo, Cuca, se marchó indignado por la determinación del cuerpo arbitral: “Marinho sufre la falta por encima y por el suelo. Esa jugada podría haber decidido el partido a nuestro favor. el penal no lo podemos dejar pasar porque fue claro. El VAR podría haber llamado, por supuesto”. Y el atacante del elenco santista, comentó sobre la acción: “Me tocaron dentro del área. No sé por qué el árbitro no miró el video del VAR. Podríamos haber ganado, pero jugar contra Boca es muy difícil”.
Muy distante quedó la otra polémica que ni siquiera llegó a ser tal: en el minuto 51, Salvio cabeceó el balón en la puerta del área grande y la misma rebotó en el hombro derecho del defensor de Santos Lucas Verissimo. En segundos, la jugada se diluyó, pero el VAR la revisó y advirtió a Roberto Tobar.
Las repeticiones determinaron que no existió mano del brasileño, que inclusive parecía estar fuera de los límites del área penal. “Posible mano, pero accidental”, informó el asistente 1 del VAR, el chileno Eduardo Gamboa. Y enseguida Juan Benítez analizó: “Quiero ver ese contacto, ojo, ojo. Yo veo que el jugador tiene el brazo pegado al cuerpo. No amplía el volumen del cuerpo, seguimos. Todo limpio la jugada del área, seguimos. Todo chequeado, seguimos”.
No hubo difusión de las notas de voz del VAR en una jugada que Boca reclamó: al minuto 57 Marinho le cometió infracción a Frank Fabra, rozando con la zuela de uno de sus botines a la altura de la tibia. En el Xeneize pidieron amarilla y hasta expulsión, pero ninguna de esas sanciones fueron consideradas por el juez de turno.
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