Sorprendió -o no tanto, si siguen sus posteos en redes sociales- ver a David Wood, más conocido en el ambiente del básquet como el Gladiador, entre la horda de manifestantes que, de forma violenta, generaron graves disturbios –la Policía reportó cuatro muertos y 50 detenidos- y hasta ingresaron en el Capitolio para protestar por la derrota –“fraudulenta”, según su mirada- de Donald Trump en las elecciones de noviembre pasado en Estados Unidos. El NBA quedó preso de las imágenes que él mismo se tomó y otras que se viralizaron por ser un conocido ex jugador con recordado pasado en la liga de baloncesto más competitiva del mundo y en España.
Wood, superado por la situación, borró algunos posteos del pasado que marcaban su conservadurismo y fuerte carácter religioso y escribió uno nuevo, intentando explicar que no había sido parte de uno de los escándalos más grandes en la historia de la democracia estadounidense como fue el ingreso de personas a la sede del Congreso en Washington DC.
“Fui para presenciar el discurso de Trump y como varios amigos me mandaron mensajes para saber cómo estaba todo, decidí transmitirlo en vivo para que todos lo vieran. La verdad es que encontré muy seguros los alrededores del Capitolio, rodeado de personas que aman nuestro país. Sí observé a unos diez gritones enojados que podrían ser problemáticos. La gente está enojada porque sus votos no contarán. No apoyo mucho esta energía enfadada y no conocía a nadie de los que vi en el Capitolio porque en realidad no fui a protestar sino a mirar y a rezar”, aseguró aquel pivote de 2m05 y hoy de 56 años a quien, en fotos, se lo pudo ver transpirado, enfundado en una chaqueña con los colores de la bandera de su país y tocando el cuerno dentro de la manifestación.
El ex jugador es de la zona. Nació en Spokane, Washington, y hoy vive en la capital. Wood jugó cuatro años en dos universidades distintas y su arribo a la NBA no fue inmediato. Primero jugó en la CBA, segunda liga en importancia, hasta su debut, en los Bulls de Michael Jordan, justamente en aquella mítica temporada en la que MJ fue MVP y Mejor Defensor de la competencia. Claro, Wood apenas tocó la cancha… Luego pasó por el Livorno de Italia y recaló en el poderoso Barcelona de España, donde fue importante en la conquista de la Liga ACB de la 89/90 con promedios de 13.8 puntos y 7.9 rebotes. En la 91/92 volvió a España para jugar en el Baskonia (14.8 y 5.6) pero ya, en ese entonces, comenzó a hacerse un lugar en la NBA. Jugó en Houston Rockets (5 y 3.3), en los Spurs (2.4 y 1.5), en los Pistons (4.1 y 3.1), en los Warriors (5.5 y 3.1), en los Suns (1 y 0.8), en los Mavs (4.9 y 3.6) y en los Bucks (1.2 y 0.6). Fue, claro, un obrero, un jugador de rol, que nunca pudo asentarse en un equipo y por eso emigró, cada tanto, a Europa, en especial a España, donde jugó en Málaga (Unicaja), Murcia, Canarias y, en especial, en Fuenlabrada, sus últimos tres años, del 2000 a 2003, cuando se retiró del básquet profesional tras 15 años en los que se mostró como un jugador limitado pero muy aguerrido y dispuesto a hacer el trabajo sucio.
Incluso estuvo en el seleccionado de su país y enfrentó a la Argentina. En 1998, USA Basketball decidió participar en el Mundial con un equipo de figuras que estuvieran en la CBA, en el exterior e incluso en la NCAA teniendo en cuenta la disputa laboral entre los dueños de equipos y los NBA que ponía en duda la participación de los mejores. Wood fue uno de los 12 elegidos (promedió 5 puntos y 3 rebotes) que, dirigidos por Rudy Tomjanovich –famoso DT campeón dos veces de la NBA con los Rockets- lograron el bronce tras una marca de 7-2. Uno de sus vencidos fue la Selección de Julio Lamas –terminó octava en el torneo- por 87-74, con nueve tantos y un rebote de Wood en 14 minutos. El pivote blanco que, en una jugada, le bajaría fuerte la mano a un tal Emanuel Ginóbili, quien oficialmente debutaría en la Selección en ese torneo y en este juego anotaría seis puntos, producto de dos triples, en 24 minutos.
Desde aquella época hasta hoy en día siempre se mostró como una persona muy devota. Incluso, en sus tiempos de jugadores, firmaba los autógrafos incluyendo un 3 y un 16. “Versículo 3, párrafo 16 del Evangelio, según San Juan. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”, explicó el mismo Wood. Sus posteos de los últimos tiempos denotan ese mismo sesgo, que él relacionaba con Trump, las elecciones y el destino de USA.
“Quiero disculparme porque en mi celo y humanidad me equivoqué sobre el Día 6. Creí que el cambio iba a suceder con proporciones bíblicas pero parece que no hoy. Lo siento y me disculpo por mi tiempo”, escribió justamente el miércoles de la violenta manifestación para luego cerrar haciendo referencia a la situación electoral que desató este papelón en Washington. “Antes de que el próximo presidente sea jurado, verás con shock y asombro que expondrán el fraude electoral y confirmarán al presidente Trump por cuatro años más”, escribió, sin saber que todo terminaría lejos de lo imaginado. “Perdonenmé, por favor”, cerró.
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