La noticia generó amplio impacto en el mundo del fútbol: Fernando Cáceres está internado en coma farmacológico. El Negro, campeón de la Copa América e integrante del plantel argentino en el Mundial de 1994, se encuentra actualmente bajo cuidado médico en una clínica de Morón. La noticia se encargó de difundirla el Fernando Cáceres Fútbol Club, la institución que él mismo fundó en 2013 luego del impactante asalto que le transformó la vida.
“Fernando Cáceres, presidente y fundador de la institución, se encuentra en coma farmacológico internado en el Instituto Haedo, ubicado en la localidad de Haedo, Partido de Morón. ¡FUERZA NEGRO!”, escribieron en el perfil oficial del equipo que lleva su nombre. Según pudo saber Infobae, Cáceres presentó un cuadro de convulsiones durante la noche del martes y debió ser trasladado en ambulancia al centro médico, donde actualmente está en coma farmacológico y asistido por un respirador. El parte médico que recibió la familia durante el mediodía de este miércoles informó que el Negro se encuentra estable.
El ex futbolista fue baleado en el 2009, pasó un tiempo internado en grave estado y perdió el ojo derecho a raíz de este ataque, entre otras secuelas físicas que le dejó el hecho. Su lucha para seguir adelante se convirtió en una inspiración para mucha gente y por eso decidió abrir una entidad futbolística, con el fin de seguir colaborando con la sociedad.
A los 51 años, el nombre del emblemático marcador central dejó buenos recuerdos en Argentinos Juniors, Independiente, Boca y River en el país. También brilló en el fútbol español con las camisetas del Zaragoza, del Celta, de Valencia y de Córdoba. El pico más alto de su trayectoria se dio a mediados de los 90 con el aporte que brindó para que la selección argentina se apodere de la Copa América 1993, el último título en esta competencia para el país. También fue llevado por Alfio Basile a la Copa del Mundo de 1994, torneo donde se desempeñó como compañero de Oscar Ruggeri en la última línea durante los cuatro encuentros que duró la estadía albiceleste.
Se retiró del fútbol profesional en 2006, pero tres años más tarde su vida cambió drásticamente: fue baleado durante una madrugada de noviembre en Ciudadela por un grupo de delincuentes que intentó robarle el BMW negro en el que se trasladaba junto con su pareja. Tras pelear por su vida y pasar varias cirugías, abandonó la clínica con diferentes secuelas físicas. “Volvía de cenar a mi casa. Y nunca llegué. Llegué unos cuantos años después”, relató durante 2017 en una entrevista con el programa PH.
En esa nota había contado que todavía tiene la bala alojada dentro de su cabeza y también se expresó sobre los delincuentes que lo atacaron: “Desde el momento en que apretaron el gatillo están perdonados. Sin ninguna duda, no tengo rencor con ellos, no tengo”. “No siento nada contra esa persona. Sinceramente deseo que pueda vivir lo mejor posible. Los conocí a los chicos, y el mayor tenía 16 cuando sucedió eso, pero no hay tiempo para el rencor. Necesito que estén bien ellos en su vida, para lo que busquen. No estoy para juzgar a nadie”, agregó sobre ese tema en otra presentación televisiva durante 2019 en el programa ¿Quién quiere ser millonario?.
“El fútbol es lo que me mantiene vivo, saber que estoy haciendo algo por alguien, para que disfrute de lo que yo disfruté. Yo sé lo que es todo eso, porque yo también lo hice de chico. Poder darle la oportunidad a los chicos para que disfruten del fútbol me pone cada vez más contento”, explicó por entonces, precisamente enfocado en el proyecto del club que decidió impulsar para ayudar a la gente.
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