Mientras se recupera de la fractura de tobillo izquierdo, Felipe Melo vivió de forma muy intensa el triunfo de su equipo, el Palmeiras, por 3 a 0 de visitante ante River por las semifinales de la Copa Libertadores de América. Quien suele ser el capitán del elenco brasileño estalló al final del partido en la cancha de Independiente, donde el Millonario jugó como local y comprometió sus chances para la vuelta, el próximo martes en San Pablo.
A puro grito el mediocampista de 37 años deliró con el éxito del Palmeiras que dio un paso clave de cara a la final. Salvo una hazaña de River, será muy difícil que esta fase se revierta. El Millonario deberá ganar por la misma diferencia y esperar que no le conviertan en el partido de vuelta.
Los compañeros de Melo aprovecharon al máximo los errores de su rival para marcar las diferencias. De momento el mediocampista viene acertando su pronóstico. El sábado pasado publicó un video donde vaticinó “un año de de victorias y muchas bendiciones para nosotros”.
Pero su alegría no fue solo por el éxito de su equipo. Es que también se le ganó al clásico rival de Boca, de quien Melo admitió ser hincha. Antes del inicio de la serie por semifinales, Felipe empezó a calentar el clima y poner pimienta. Ahora solo espera poder recuperarse y estar en condiciones de jugar en la revancha.
Lo cierto que Melo aclaró que -desde ya- en la Copa Libertadores el Palmeiras está por encima de Boca y ante una hipotética final con el Xeneize, deberá dejar de lado su simpatía por el club de La Ribera.
De momento el experimentado mediocampista disfrutó a pleno el triunfo de su equipo frente a River. Sueña con ganar este certamen y a pesar de su baja, celebró de forma desaforada. Como un hincha más.
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