El momento ha llegado. Lionel Messi es libre para negociar con el club que desee: a seis meses de que expire su contrato con el Barcelona, el seis veces ganador del Balón de Oro está autorizado a dialogar con otros clubes en vista de una eventual salida al término del actual curso. Es por eso que muchas instituciones se ilusionan.
Más allá de los intereses reales que existen de elencos poderosos como el Manchester City o el Paris Saint-Germain (PSG), dos instituciones que nunca han ganado la Champions League y suelen volcar millones de dólares en la conformación de planteles para levantar el trofeo, cualquier equipo del plantea sueña con contratar al delantero argentino.
El goleador de 33 años ha recibido estos primeros días del año propuestas insólitas, como la del Spartak de Moscú. El conjunto ruso le envió un mensaje en Instagram con un simple “hola, Leo”, para tantear su situación, pero el rosarino fue contundente con su respuesta: “No”, lo que dejó sin margen de negociación al cuadro europeo.
Vale mencionar que el Spartak ha sufrido los goles de Messi, quien le ha marcado cuatro tantos en dos encuentros por la Champions League. El equipo actualmente está tercero en la liga, cuando aún restan 21 jornadas por delante, y ostenta 35 puntos, dos menos que el CSKA de Moscú, único escolta hasta el momento del Zenit, líder con 41 unidades.
La otra propuesta que recibió la Pulga en los últimos días fue del Catanzaro, club de la tercera categoría del fútbol italiano que en Twitter publicó una foto del delantero con la camiseta del club y la frase: “¿Qué tal si...? ¿Cómo queda con nuestra camiseta?”. Tal vez el argentino se esperanzó con mudarse allí para reencontrarse con Cristiano Ronaldo, su histórico rival que ahora defiende los colores de la Juventus, pero el débil conjunto que se ubica sexto en el Grupo C de su división debería celebrar dos ascensos para llegar a la Serie A, algo que hasta con el argentino en el plantel parece complejo.
Mientras tanto, el Barcelona elegirá a su nuevo presidente el 24 de enero, y la nueva directiva tendrá como una de las primeras misiones convencer a Messi de quedarse allí.
Afectado por la falta de estabilidad en el club, por la crisis desde hace más de un año, con una sucesión de entrenadores , tres en un año, y resultados decepcionantes como la histórica humillación sufrida en agosto pasado contra el Bayern de Múnich en Champions League por 8 a 2, el delantero decidió dejar el club el pasado mes de agosto... pero finalmente se quedó, obligado por su contrato ante la negativa del ex presidente Josep Maria Bartomeu a abrirle la puerta.
El Diez ha dejado en claro en varias entrevistas que quiere afrontar los últimos años de su carrera al máximo nivel y peleando por los principales títulos internacionales. Es por eso que, si el cuadro catalán no puede cumplir con sus expectativas, no le quedará otro remedio que buscar nuevos horizontes, aunque no sean Rusia o el ascenso de Italia.
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