Hasta fines de noviembre, Juan Cruz Yacopini imaginó que en enero iba a poder descansar y recargar pilas de cara a la temporada de 2021. Poder planear cómo seguirá su campaña en el mundo del rally raid o cross country. Sin embargo, su familia le dio una enorme sorpresa: en realidad, no se tomará vacaciones, sino que hará realidad el sueño de su vida y debutará en el Dakar. De la mano de Toyota Gazoo Racing Argentina (TGRA), el mendocino será el más joven entre los argentinos en formar parte de la carrera que por segundo año se realizará en Arabia Saudita.
Juan Cruz tiene 21 años y desde niño mamó el Dakar. Cuando la carrera más dura del mundo llegó a Sudamérica (N. de la R: dejó de correr en África en 2008 por amenazas terroristas), su papá, Alejandro, comenzó a participar. Aprovechó que parte del recorrido pasó por su Mendoza natal para empezar a hacer kilómetros y medirse contra competidores internacionales, a quienes hasta aquella edición de 2009 (Argentina-Chile) apenas los seguía por televisión.
En la categoría autos, Alejandro sumó un solo abandono y hasta llegó a terminar undécimo en 2018, en lo que fue su mejor participación. A esa altura, Juan Cruz ya empezó a competir en el Campeonato Argentino de Rally Cross Country (CARCC) y en el Campeonato Argentino de Navegación (CANAV), competencias que se instalaron en la década pasada para que nuestros pilotos se formen de cara una eventual participación en el Dakar.
En el CANAV fue bicampeón en 2018 y 2019. Ya sin el Dakar en esta región, en febrero de 2020 venció en el South American Rally Race (SARR), un aliciente para mantener un evento internacional de cross country, que –hasta ahora- se repetirá este año, del 17 al 27 de febrero. El recorrido fue pleno en la Argentina y se disputó en las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca. Su éxito fue de la mano de TGRA, que ahora le ratificó la confianza para la “Odisea”, como se denomina al Dakar.
Este año, también, Juan Cruz también se coronó campeón sudamericano y argentino del Rally Cross. Antes de partir a Yeda, epicentro del Dakar 2021 que se correrá del 3 al 17 de enero, el mendocino encabezó una rueda de prensa en la que participó Infobae.
“Tengo muchas ganas de que arranque la carrera porque no sé a qué me enfrentaré. El objetivo es poder terminar la carrera. No sé cerca de quién podré estar para tener una referencia en la tabla general. Quiero traerme experiencia, anécdotas, estar lo más adelante posible y estar dentro de los primeros cinco debutantes”, le respondió a este medio sobre sus expectativas en Oriente Medio.
Al correr con apoyo de TGRA, integrará la escudería global de la marca japonesa. Su Hilux será atendida por Overdrive, el mismo equipo que asiste a los pilotos sus importantes, el qatarí Nasser Al-Attiyah y el sudafricano Giniel de Villiers, ambos ganadores del Dakar. Aunque se entrenó duro como mecánico, ya que sabe que es posible que tenga que meterle mano. Por ejemplo, afirma que “aprendí a cambiar un semieje en 15 minutos. Igual me acompañan tres mecánicos argentinos con los que estuve en el SARR y en el CANAV”.
En tanto que en su bautismo dakariano tendrá una carta especial, usará la misma camioneta con la que corrió Fernando Alonso en 2020 y terminó 13º en la clasificación general, sexto en su clase. “Sé que es la que usó Alonso el año pasado y es un gran orgullo”, sostiene sobre el vehículo que empleará en la clase T1.1. El español este año no corre el Dakar ya que volverá a la F1 de la mano de Alpine F1 Team, la nueva denominación de Renault.
Sobre su preparación previa, explica que “me entreno cuatro veces a la semana en el gimnasio. Dos días salgo en bicicleta. Tengo una psicóloga deportiva y la idea es ser un profesional de esto”.
A su vez tendrá el plus de ser acompañado por su padre, quien será su navegante. “Dentro de la camioneta tenemos los roles bien marcados. Cuando él se equivoca lo reto y le pido que se concentre, como él me corrige cuando yo me equivoco manejando”, concluye.
En una semana los Yacopini habrán comenzado el Dakar con el objetivo de dar la vuelta, como dice en la jerga, que es poder completar la carrera más dura del mundo. El desafío es grande, pero su esperanza también.
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