Quienes conocían el día a día del París Saint Germain aseguran que la relación estaba tirante. Sin embargo, su despido en vísperas de Navidad causó absoluta sorpresa al planeta deportivo. Algunas fuentes indican que el destino de Thomas Tuchel ya estaba sentenciado; otros dan claros indicios de que una entrevista controversial aceleró el proceso cuando todavía tenía seis meses más de contrato. La realidad es que la polémica se instaló de lleno justo cuando el poderoso equipo capitalino está otra vez detrás de su gran sueño de alzar la Champions League.
El diario Le Parisien pone entre los principales motivos de su partida la nota que Tuchel brindó el día previo de su destitución al medio de su país Sport1. Según indica el citado periódico francés, las declaraciones del DT alemán no iban a ser publicadas en su totalidad a juzgar por los argumentos que les brindó Tuchel. Esa nota, sin embargo, “confirmó” la ruptura entre el cuerpo técnico y varios integrantes de la entidad. Principalmente con el director deportivo Leonardo, con quien había mantenido un conflicto “abierto y significativo” durante el reciente mercado de pases.
La citada entrevista se emitió el mismo día que el PSG goleó 4-0 al Estrasburgo. Ese sería el último partido del alemán en el banco. Sus “comentarios explosivos sobre el funcionamiento interno del PSG y su relación con el vestuario” –según consignó Le Parisien– se conjugaron con que la entrevista se concedió sin la aprobación del departamento de prensa del club. “Estaba mal traducido” y “no fue autorizado de mi parte”, fueron las advertencias de Tuchel sobre esa publicación periodística. Allí dijo, entre otras cosas, que estuvo incómodo en la entidad: “Sinceramente, durante los primeros seis meses me pregunté: ‘¿sigo siendo entrenador o soy un político deportivo, un ministro de deportes? ¿Dónde está mi papel como entrenador en un club así?”. También dijo que “el PSG tiene muchas influencias que van mucho más allá de los intereses del equipo”, algo que fue tomado como un dardo contra Leonardo y parte del plantel.
Allí aseguraba que estaba un “poco triste y enojado” por el escaso reconocimiento que su labor había tenido hasta el momento. “Mantener contentos a todos puede ser todo un desafío”, reflexionó sobre ese vestuario repleto de estrellas.
Independientemente de esta nota, explosiva o no, las voces en off del PSG no desmienten que el destino de Tuchel se hubiese sentenciado antes si la crisis económica generada por la pandemia no hubiese desembarcado con fuerza allí (aseguran que el déficit de esta temporada podría ser de 200 millones). Su contrato, renovado en mayo del 2019 hasta mediados del próximo año, y la delicada ingeniería financiera complicaban su salida apresurada. También lo amparaban los buenos resultados: conquistó dos veces la Ligue 1, otras dos la Supercopa de Francia, una vez la Copa de Francia y una Copa de la Liga. Claro que esto no era lo más importante: en agosto de este año estuvo a un paso de darle la Champions League por primera vez en la historia al club de París, pero el Bayern Múnich fue más fuerte.
La decisión estaba tomada. El entrenador alemán de 47 años tenía los días contados, como así también aseguran que podría desembarcar en el Manchester United la próxima temporada. Sin embargo, PSG todavía no anunció oficialmente su partida, más allá que hasta el propio Kylian Mbappé lo despidió en sus redes sociales. “Nadie olvidará tu paso por aquí”, le dijo la joven estrella.
¿El motivo por el cual todavía el club no confirmó la noticia? Las partes están definiendo con los abogados el monto del adiós. Los medios franceses indican que deberán pagarle los últimos seis meses de contrato a él y a su equipo de trabajo, una suma cercana a los 7 millones de euros. Mientras tanto, evalúan si alguno de los integrantes del cuerpo técnico puede seguir con el casi seguro desembarco del argentino Mauricio Pochettino, sobre quien aseguran que ya tiene todo encaminado para firmar su retorno a la entidad donde tuvo un paso como futbolista entre 2001 y 2003.
Por lo pronto, el PSG está a un punto de Lyon y Lille –los líderes de la Ligue 1– y el martes 16 de febrero disputará la ida de los octavos de final de la Champions League contra el Barcelona.
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