El ajedrez se está convirtiendo en un juego de moda; el interés por su aprendizaje y práctica se ha vuelto uso y costumbre en gran parte del planeta. Es que su adaptación a los avances de la era digital en tiempos de aislamiento social, y el éxito publicitario que acompaña la serie “La Reina del Gambito” le permite gozar hoy, de un masivo interés popular, acaso, similar con otros momentos de su dilatado historial.
El actual furor por el milenario juego pateó el tablero de las estadísticas y mediciones; al impactante número de visionados -más de 62 millones de pantallas que observaron al menos por 2 minutos, las vicisitudes de la ficticia ajedrecista Elizabeth Harmon, interpretada por Anya Taylor-Joy, en la serie de Netflix- le siguieron, el incremento en más del 250% de las ventas de juegos, tableros y aplicaciones por parte de entusiastas neófitos que no dudaron, además, en ir a la caza de expertos profesores para comprender a descifrar los secretos del juego, y asociarse a nuevas instituciones como círculos o clubes de ajedrez. En tanto, la práctica bajo la modalidad On Line (jugar partidas por Internet con rivales de cualquier punto de la Tierra) creció en más del 160% con respecto a 2019, y los motores de búsqueda de Google registraron una duplicidad en la demanda de la palabra “ajedrez”, y la frase “cómo jugar al ajedrez” alcanzó su mayor record en los últimos nueve años. Frente a este panorama la federación internacional (FIDE, según sus siglas francesas) estimó que el número de 30 millones de niños inscriptos en los programas escolares de sus 195 países miembros, podría elevarse a 50 millones el año próximo.
El español, David Llada, Director de Comunicaciones y Marketing de la FIDE, dijo al sitio Chess24 (donde millones de personas siguen sus retransmisiones de los torneos en idioma castellano) que: “El desafío ahora es el de diseñar la estrategia adecuada para capitalizar este crecimiento y hacerlo sostenible. Necesitamos encontrar la manera de relacionarnos con los millones de personas, entre los que hay padres, autoridades políticas, responsables de decisiones de alto nivel, patrocinadores potenciales, etc., que están teniendo un primer contacto con el ajedrez gracias a esta serie de televisión, y vienen a nosotros con una visión muy favorable sobre el ajedrez y el mundo del ajedrez, y debemos aprovechar eso”.
Aunque son más de 1500 años de historia documentada y de sigilosos avances, con alternados refugios por las diferentes cortes europeas, castillos, casas de familias, bares, salones y clubes, el juego de ajedrez alcanzó recién en la segunda mitad del siglo XX, sus primeros picos de popularidad que despertó la inmediata atención de la prensa; los especialistas la denominaron la época dorada, la que se extendió entre 1970 y 2000. En ese período el ajedrez acompañó la trama de acontecimientos políticos y sociales, como la Guerra Fría, la desintegración de la URSS, los avances de la informática y la presentación de la Internet. Esa época fue testigo del encuentro Fischer v. Spassky, en Islandia 1972, el duelo Karpov v. Korchnoi, en Baguío 1978, los cinco matches por el título mundial entre Karpov y Kasparov, los magistrales Ciudad de Linares, el surgimiento de la prodigio húngara Judit Polgar, en 1991, el regreso de Fischer en Belgrado, en 1992, los enfrentamientos entre Kasparov y Deep Blue, en 1996 y 1997, y la partida Kasparov v. El Mundo organizada por Bill Gates desde el portal de Microsoft, en 1999, entre otros ejemplos más.
“Me atrevo a decir que el ajedrez está experimentado un aumento que no se ha visto desde los días de Fischer y Spassky, en Islandia en 1972 (el duelo ajedrecístico entre el norteamericano y el soviético que tuvo la cobertura de 300 periodistas acreditados). Honestamente nunca esperábamos tan alto interés por el ajedrez; aquí hubo una combinación entre la gran cantidad de aficionados en el mundo, el aislamiento del Covid19, la serie de Netflix, más las redes sociales y el espacio de las noticias en los medios” contó Erik Allebest, CEO y socio fundador del sitio Chess.com; el más popular en la red, que cuenta con más de 40 millones de suscriptores.
Algunos meses antes, en octubre de 1971, la ciudad de Buenos Aires, tal vez, fue el epicentro donde se desató ese fenómeno de popularidad por la figura del excéntrico ajedrecista norteamericano, Bobby Fischer, que había llegado para enfrentarse con el armenio Tigran Petrosian, en la final del Ciclo Candidatura en el Teatro San Martín. En aquella ocasión todas las librerías y jugueterías sobre la avenida Corrientes habían agotado sus stocks de libros y juegos de ajedrez”
Consultado sobre el actual incremento de internautas que participan en partidas, torneos, clases, y las visitas a su sitio, Allebest, reconoció: “Estamos capturando un interés ajedrecístico sin precedentes; hemos crecido muchísimo y no tenemos idea de cuándo se detendrá”. Y apuntó algunos porcentajes: “Si comparamos el número de personas que juegan ajedrez On Line en nuestro sitio, el incremento es del 160% comparado con 2019; 67% desde el mes pasado, 12% desde la semana pasada y 5,7% a partir del lunes 23 de noviembre”. Y también expuso nuevas cifras. “Es muy fuerte el número de jugadores activos que tenemos a diario jugando ajedrez. En marzo registramos 1.300.000, el 23 de octubre: 1,9 millones; el 15 de noviembre: 2,6 millones, el 23 de noviembre: 2,96 millones y en estos días estimamos alcanzar la cifra de 3,1 millones de jugadores On Line”.
El segundo sitio en importancia de ajedrez online es la plataforma gratuita norteamericana Lichess.org; su fundador el programador francés Thibault Duplessis fue más categórico en cuanto al crecimiento de los internautas. “Desde el lanzamiento de la miniserie en Netflix, el pico diario de usuarios en nuestro sito ha llegado a los 100.000 jugadores a la vez”.
En otro orden, en eBay (el portal destinado al comercio de productos electrónicos a través de Internet), la demanda por la compra de juegos y accesorios de ajedrez se incrementó hasta el 250%; los juegos de madera son los más requeridos, hasta nueve veces más que los de plásticos o electrónicos. Las ventas de relojes de ajedrez creció el 45%, y los tableros digitales oficiales que vende la Federación Estadounidense de Ajedrez, y cuyo precio puede ascender a varios miles de dólares, también aumentaron. Estos datos, según The New York Times, no sólo se corresponde al fenómeno de la serie sino también a una poderosa aliada: Covid19. “Las ventas de sets de ajedrez en eBay era de un 60% antes del 23 de octubre (día del lanzamiento de la serie) y con relación a 2019. De la misma manera el año anterior había un promedio de 11 millones de partidas online y tras la aparición del virus la cifra se disparó a 17 millones”.
Carlos Ruibal, hijo y sobrino de los creadores de la empresa argentina, y actual director de desarrollo de producto y marketing de “Ruibal Juegos” fue contundente: “Desde que comenzó el tema de la pandemia y los aislamientos de la cuarentena, nosotros notamos un aumento en las ventas en los juegos. Pero después que se presentó la serie La Reina del Gambito, se incrementaron enormemente las consultas de particulares, clubes y jugueterías. No debería ser extraño que el fenómeno que está sucediendo en las tiendas de Europa y Estados Unidos, también se replique en Argentina”.
Por su parte, Leandro Plotinsky, presidente del Círculo de Ajedrez Torre Blanca y dueño del local Ventajedrez contó: “Una semana después del lanzamiento de la serie las ventas subieron el 100%; lo mismo se reflejó en el club, donde a través de llamados, la gente nos manifestaba su interés por el aprendizaje, solicitando clases de ajedrez y consultándonos por recomendaciones de profesores”.
El presidente del Círculo de Ajedrez de Villa Ballester, Enrique Scarella, tuvo el mismo pulso. “En estos ocho meses de aislamiento tuvimos más de 10 mil participantes en nuestras actividades por Internet; contamos con un programa que semanalmente incluye clases, torneos, simultáneas y la escuela municipal. En el último mes recibimos un 60% más de consultas no sólo de chicos sino también de adultos que quieren aprender a jugar ajedrez”
Lo mismo ocurrió en los canales de YouTube donde varios maestros ofrecen sus servicios de enseñanza a través de esa plataforma visual. “Nosotros en nuestro sitio “Ajedrez Latino” notamos un incremento de casi el 50% de consultas, sobretodo de aficionados o neófitos, interesados que sus hijos aprendan ajedrez” contó el gran maestro uruguayo Andrés Rodríguez que dirige el portal junto a los argentinos Diego Flores y Jorge Rosito
También, el maestro Oscar Panno, a los 85 años, tuvo que reinventarse frente a la actual situación de la pandemia; profesor de ajedrez del Club River Plate, desde 1973, tuvo que abrir un canal de YouTube “Oscar Panno” ante la imposibilidad del dictado de clases presenciales. El 2 de junio hizo su debut, y hoy tras 25 emisiones, cuenta con casi 1400 suscriptores, más de 25 mil visualizaciones y 73 horas de reproducción.
La fiebre por el aprendizaje del juego se percibe en los centros comerciales de gran parte del mundo. En Estados Unidos, Goliath Games, un fabricante de juguetes que vende tableros de ajedrez, aseguró al NYT que las ventas se dispararon un 170% en comparación con el año pasado. Chess&Bridge (en Baker Street de Londres), la tienda N°1 en Reino Unido también tuvo la misma experiencia. “Todo el ajedrez se ha ido por la nubes desde que se lanzó La Reina del Gambito, pero también sucedió con el aislamiento. Se ha vendido todo, desde programas hasta juegos de ajedrez” contó Nick Stylianou, uno de los empleados. En tanto, Malcolm Pein director ejecutivo de Chess in Schools and Communities conversó con la BBC, y dijo: “Hay un aumento de cinco veces en la cantidad de personas que se registran para jugar ajedrez por Internet. La Reina del Gambito es parte de esta conducta”.
El mismo desborde se observó en Noruega -cuna de nacimiento del actual campeón mundial y mejor ajedrecista del mundo de la última década, Magnus Carlsen, de 30 años-, que con la aparición de su nuevo ídolo deportivo, a partir de 2013, ocurrió un cambio cultural en sus hábitos con el surgimiento de los bares temáticos (equipados con mesas de ajedrez) donde sus clientes concurren asiduamente para descifrar las ecuaciones del juego. Hoy tampoco están al margen de lo que sucede en el mundo. Oystein Brekke, la tienda de ajedrez más grande de ese país, acaba de confirmar un significativo aumento de sus ventas de sus productos. La tendencia también se extiende a la empresa Play Magnus Group (una sociedad financiera que tiene como principal inversor al propio Carlsen, dedicada a ofrecer servicios y experiencia online para los ajedrecistas de todo el mundo), que través de su director de producto, Gerald Tan comunicó que: “El interés por las aplicaciones ha crecido significativamente durante este período de confinamiento mundial, pero en los últimos 30 días, coincidente con el presentación de la serie de Netflix, especialmente nuestra aplicación de aprendizaje Magnus Trainer - Learn & Train Chess, en iOS, experimentó un aumento por encima del 300% comparada con el resto de nuestros productos”.
En España, Pedro Vicente Miñarro, desde hace tres años es el director del Club y Escuela Ajedrez con Cabeza, cuenta que, “La escuela funcionaba con un público mayoritariamente de niños, con gente adulta a partir de 40 años. Adolescentes había pocos. Específicamente en el ámbito femenino teníamos un rango muy definido, o niñas de 6 a 12 años o mujeres a partir de los 60. Y ahora hemos visto que se han apuntado a las clases chicas de 20 a 30 años, que nunca habían jugado al ajedrez o lo hicieron de pequeñas y lo abandonaron, y que quieren retomarlo. Así, en poco tiempo hemos pasado de 115 a 160 alumnos, y esto no para de subir”. Miñarro, que además es abogado, no descartó que parte de este fenómeno esté relacionado con la serie de Netflix. “La gente que se acerca dicen que el interés repentino por el ajedrez es después de ver La Reina del Gambito, y también notamos un cambio generacional dado que antes las solicitudes de información era todas por correo, en cambio en estos días nos llueven pedido por wapps e Instagram”.
Si algo le faltaba a 2020, un año marcado a fuego en la memoria de la humanidad como consecuencia de la pandemia del Covid19 y el confinamiento al que fue sometida la mayor parte de la población mundial, la práctica del milenario juego a través de diversas plataformas online le permitió ser señalado como uno de los pasatiempos favoritos elegido por chicos, jóvenes y adultos, sin distinción de sexo o edad, en tiempos de distanciamiento social. Por eso, sin dudas, que la presentación de The Queen´s Gambit -la mini serie de ficción más vista en la historia de Netflix; que en los primeros 28 días marcó un record de audiencia que llegó a más de 62 millones de hogares, y se ubicó Top 10 entre las series más vistas en 92 países, entre los 193 en los que la plataforma está disponible, y N°1 en 63 naciones- significó un envión indisimulable en su explosión de crecimiento.
En una entrevista para la CNN, Garry Kasparov, uno de los mejores ajedrecistas de la historia del juego, y que trabajó como asesor técnico de la serie-, contó: “Creo que ninguno de los integrantes de la producción esperábamos un éxito semejante; al que lo atribuyo no sólo al ajedrez sino también al atractivo de la protagonista (la heroína, interpretada por Taylor-Joy, que nació en EE.UU. y vivió en Buenos Aires sus primeros años de infancia) que encarna la clásica historia de superación que el público tanto adora”. Y completó: “el ajedrez está creciendo ahora en Estados Unidos y en todo el mundo, y creo que la serie lo promocionará aún más. Este boom ayudará a refutar la imagen del ajedrez como un juego para nerd o que puede volverte loco”.
Mientras tanto, el mundo del ajedrez disfruta del calor de la popularidad. Del nuevo impulso que partió de un personaje irreal, Elizabeth Harmond, una niña de infancia desangelada y juventud a los tumbos, y su lucha desigual en un mundo dominado por los hombres. Acaso, la historia despertó los fantasmas del recuerdo y la atribulada vida de Bobby Fischer; el joven solitario que desafió el poder de la maquinaria soviética. Sin dudas dos personajes míticos, unidos por la misma pasión.
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