Apenas terminó el encuentro ante Valladolid en condición de visitante, Lionel Messi partió a toda velocidad rumbo al aeropuerto de esa ciudad para unirse a su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos, quienes lo aguardaban en el avión privado de la familia. ¿El motivo? Viajar rumbo a Rosario con el objetivo de pasar la Navidad con la familia de ambos en su ciudad natal.
Alrededor de las 10:40 de este miércoles, el Gulfstream V, matrícula LV-IRQ, aterrizó en el aeropuerto rosarino. Horas antes, Leo había roto el récord histórico del brasileño Pelé como máximo anotador con una misma camiseta: alcanzó los 644 gritos con la casaca del Barcelona. Será una visita relámpago para Leo, Antonela, Ciro, Thiago y Mateo: la Pulga deberá presentarse en el entrenamiento del Blaugrana el próximo 27 de diciembre, ya que el martes 29 enfrentarán al Eibar por la 16ª fecha de la Liga de España.
Después de tanto desgaste mental como físico, el 10 necesita descansar y, luego de la goleada frente al Valladolid en el Estadio José Zorrilla, se subió al avión rumbo a Rosario. Serán pocos días para él en la ciudad donde se crió: el calendario del Barcelona en el arranque del 2021 es bastante apretado. Deberán jugar cuatro partidos en tan solo 11 días. El 3 de enero frente al Huesca, el 6 visitará al Athletic Bilbao, el 9 contra el Granada y cierra el 13 con la final de la Supercopa de España donde enfrentará a la Real Sociedad.
Más lejos en el horizonte, para el 16 de febrero específicamente, aparece una durísima llave ante el PSG por los octavos de final de la Champions League. Así que Lionel deberá aprovechar estos días al máximo para descansar y poder seguir haciendo historia con la camiseta blaugrana. Por otro lado, la incertidumbre de si Messi continuará en club donde consiguió tantos hitos sigue siendo una verdadera incógnita. Este 27 de diciembre se televisará una entrevista grabada en la que el crack podría dar pistas sobre su futuro futbolístico. Con contrato hasta el 30 de junio del 2021, cada día que pasa inquieta aún más a todos los hinchas del planeta fútbol y principalmente a los del Barcelona.
En 2019, arribó a Rosario el 22 de diciembre en su avión privado y se quedó en el país hasta el 2 de enero por un permiso especial del club en el que lo habilitaron a descansar cuatro días más que el resto de sus compañeros. Además, a diferencia del año pasado, no tuvo la compañía durante el viaje de Luis Suárez, viejo socio de ataque, ya que el presente del uruguayo es con la camiseta del Atlético de Madrid. No es una imagen nueva la de los Messi arribando a Argentina para las fiestas: salvo raras excepciones, es una tradición que la Pulga y Antonela retornen a Rosario para celebrar el cierre de cada año con sus parientes más cercanos.
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