Menos de 24 horas después de la inauguración de la nueva temporada, la NBA anunció la suspensión del juego de este miércoles entre Houston y Oklahoma City como medida de prevención por posibles contagios de coronavirus en los Rockets. El partido “se ha pospuesto de acuerdo con los protocolos de salud y seguridad de la liga”, dijo la liga en un comunicado en el que también anunció que la estrella de los Rockets, James Harden, cometió una infracción de esos protocolos.
La medida, informada poco más de dos horas antes del inicio del juego, refleja los desafíos que enfrentará la el baloncesto estadounidense durante esta campaña en la que, por primera vez desde la irrupción de la pandemia, la competición se desarrollará en las canchas de los equipos.
La suspensión se debe a que los Rockets no pudieron presentar el mínimo de ocho jugadores disponibles para el juego en el Toyota Center (Houston), después de que tres de sus miembros dieran positivo o un resultado no concluyente en sus pruebas de coronavirus.
Tras rastrear los contactos de estos jugadores, los Rockets pusieron en cuarentena a otros cuatro miembros de su plantilla por prevención. La NBA también anunció que James Harden, el máximo anotador de la liga en las tres pasadas temporadas, no está tampoco disponible para jugar “por una violación de los protocolos de salud y seguridad”.
En las últimas horas apareció un nuevo vídeo de Harden, quien ha demandado el traspaso a otro equipo, en un club nocturno sin mascarilla. “Todos los demás jugadores de los Rockets fueron sometidos a exámenes de nuevo hoy, y todos dieron resultados negativos. Houston tiene un jugador adicional que no está disponible debido a una lesión”, señaló la NBA en el comunicado, en el que no proporciona las identidades de los jugadores que dieron positivo.
De acuerdo con ESPN y el medio digital The Athletic, Martin Jr. dio positivo en un control de coronavirus lo cual activó los protocolos de rastreo de sus contactos. Entre los jugadores que fueron aislados se encuentran los recientes fichajes John Wall y DeMarcus Cousins, según ESPN. El equipo texano ya había registrado días atrás otro caso de covid-19, el del escolta suplente Ben McLemore.
A solo 72 días del final de los pasados playoffs, la NBA inauguró el martes la temporada 2020-2021 con los equipos jugando por primera vez en sus canchas desde que la expansión del coronavirus forzó la abrupta suspensión de los juegos entre el pasado marzo y julio.
La NBA logró terminar la pasada campaña resguardándose del virus en la sede “burbuja” de Disney World (Orlando) pero ahora los equipos vuelven a viajar y jugar por todo el país en un momento en el que la pandemia ha repuntado con fuerza en Estados Unidos.
Para minimizar en lo posible el impacto del virus en los equipos, las autoridades han diseñado una serie de medidas preventivas y ha ajustado el calendario para reducir los viajes. Con el nuevo programa los equipos jugarán consecutivamente entre sí con mayor frecuencia para pasar menos tiempo fuera de sus ciudades. Por el momento solo un pequeño grupo de franquicias permitirá la entrada a un número limitado de aficionados a sus canchas.
La liga preveía arrancar la campaña en enero confiando en que los avances en las pruebas de detección y las vacunas contra el virus permitieran recibir de vuelta a los espectadores pero finalmente, acechada por las pérdidas económicas, avanzó el inicio al periodo navideño para no perder sus tradicionales buenas audiencias televisivas.
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Con información de AFP