Luego de un año complicado, tanto por los nuevos reglamentos como por la epidemia de COVID-19, llegó a su fin el primer torneo de la Liga de Expansión MX. Con ello, Tampico Madero es el nuevo campeón de la división de plata del fútbol mexicano, tras vencer al Atlante en tiempo extra y con un penal de último minuto.
De los dos protagonistas, la Jaiba Brava llegó a la final con un envión anímico por su gran cierre de torneo. En sus últimos cuatro partidos del certamen regular no perdió, resultados que le valieron para terminar en la sexta posición de la tabla general.
Su posición lo obligó a jugar el repechaje a la Liguilla, donde eliminaron al Tapatío, filial de las Chivas, en penales (5-3). Después remontaron en los cuartos de final contra Mineros de Zacatecas (4-2 global) y en las semifinales echaron a uno de los candidatos al título, el líder Celaya (3-2 global).
En cambio, los Potros de Hierro se repusieron de un desastroso inicio de semestre, justo en la temporada donde regresaron a la Ciudad de México y a su viejo estadio después de 13 años en Cancún. Al final de la campaña, terminaron en el segundo puesto de la tabla general.
Estar detrás del puntero le generó evitar la repesca y descansar una semana. Sin embargo, en los cuartos de final (Pumas Tabasco) y en la semifinal (Atlético Morelia) tuvieron grandes sustos al empatar en el primer partido a un gol, misma situación que se repitió en la final de ida del torneo.
Por ello, como lo hicieron en todo el semestre, tenían que aprovechar que estaban en su cancha para poder coronarse campeones. El problema es que tenían que frenar en seco a Tampico, que no iba a respetar el histórico Estadio de la Ciudad de los Deportes para conseguir la corona.
Pero pasó la primera media hora del encuentro y el invitado de honor aún no se hacía presente. Las llegadas a gol eran inexistentes, mientras que el diálogo entre el árbitro y los jugadores era abundante por las ríspidas entradas en el medio campo.
Ninguna de las dos escuadras quería perder la oportunidad de subirse al podio. Apretaron las tuercas en el centro de la cancha para evitar sorpresas en su porterías, pero en las ofensivas contaban los pocos balones que llegaban para crear oportunidades de anotación.
Mientras los técnicos buscaban desanudar los caminos a las redes, el cronómetro seguía escalando la colina de los noventa minutos. Las pelotas detenidas eran oro puro para ambos conjuntos, que intentaban romper el cero con algún cabezazo milagroso.
Y fue por un tiro libre que los cartones por fin se movieron (67′). Tras un gran centro que cruzó toda el área, Jonathan Sánchez libró la zaga tamaulipeca para acercarse al cielo y rematar al arquero Joel García, que no pudo hacer nada para evitar la caída de su marco (1-0).
Sin embargo, la noche aún no terminaba y los gritos de gol intercambiaron colores (74′). En una descolgada, gracias a un mal disparo de Antonio López, Fabián Salas aprovechó la puerta abierta para volver a dejar el trofeo pendiendo de un hilo (1-1).
Las dianas cambiaron el ritmo del partido, que se volvió más dinámico y veloz por las bandas. La desventaja es que las piernas ya estaban desgastadas y todavía faltaban 30 minutos más del tiempo extra, debido al empate en el tiempo regular.
La tensión aumentó en la media hora que se le sumó al cronómetro, pero hubo una fuga de estrés para la banca de los capitalinos (106′). Con un rebote del arquero, Jonathan Vega pudo horadar el arco de los visitantes, lo que significó una bocanada de aire (2-1).
Pero los jaibos volvieron a crispar el ambiente de fiesta de los locales (112′). De nueva cuenta, Fabián Salas se volvió un héroe, que remató de palomita para regresar el empate en el marcador (2-2).
Y eso no fue el final, pues el silbante marcó un penal minutos después de la anotación de Tampico (118′). Diego de Buen, líder sin gafete del cuadro celeste, fue el encargado de anotar desde los 11 pasos para darle el título a su equipo (2-3 global).
Con este resultado, Tampico Madero completa la lista de los campeones de las tres categorías principales del fútbol mexicano. León lo hizo hace unas semanas en la primera división varonil, mientras que Tigres hizo lo propio en la Liga MX Femenil.
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