Este domingo volvió a disputarse el clásico entre el Leeds y el Manchester United, que no se veían las caras desde 2011 por la Copa de la Liga, cuando el conjunto rojo se impuso por un contundente 3 a 0. La esperanza del cuadro conducido por el argentino Marcelo Bielsa estaba renovada desde ese entonces ya que actualmente el equipo milita en la Premier League y por eso los fans se esperanzaban con el batacazo. Sin embargo, esa ilusión se desvaneció en apenas segundos.
Desde que el árbitro sonó su silbato, apenas transcurrieron un 1:06 minutos para que el local se pusiera en ventaja en Old Trafford a través de Scott McTominay. El inglés de 24 años encontró espacios inusitados en el mediocampo, cerca de la medialuna del área rival, para llegar en soledad y desenfundar derechazo fortísimo bajo que dejó clavado a Meslier y significó el 1 a 0.
Ese tanto fue un golpe anímico para el Leeds que movió del medio y poco más de un minuto después vio como su valla volvía a caer. En esta ocasión fue un lateral desde la izquierda del ataque de los Reds Devil el que encontró, de manera llamativa, completamente abierta y desconcentrada a la defensa visitante. Fue Anthony Matrial quien recibió ese saque de banda dirigido hacia el centro del campo, aguantó con su cuerpo la marca y al juntar tres rivales soltó un pase filtrado perfecto para la corrida por sorpresa de McTominay, quien al levantar la cabeza se encontró cara a cara con el arquero y definió sin problemas al palo más lejano para celebrar el 2-0.
En apenas tres minutos, el Manchester United consiguió una ventaja amplia ante la atenta mirada de Bielsa, quién aún tomaba su café del otro lado de la línea de cal sobre el banquito diseñado por su club para que pueda sentarse cerca de la raya.
El correr del cronómetro demostró que ese arranque no fue una casualidad, porque la primera mitad terminó 4 a 1 en ventaja para los de Ole Gunnar Solskjaer que con esta victoria se ubican entre los mejores tres de la Premier League y hunden al Leeds bien abajo en la tabla. Pese al buen arranque de temporada, que apenas habían tenido una derrota en las primeras cuatro presentaciones, el club de Yorkshire queda por ahora en la 14° posición, siete puntos por encima de Burnley, que por ahora ocupa plaza de descenso.
“Es un tipo diferente de Leeds que viene con un entrenador que realmente ha hecho un gran trabajo con ellos y nos pondrá a prueba hasta el límite”, había declarado Solskjaer en la previa, quien destacó entonces que había disfrutado de sus enfrentamientos regulares con el Leeds como jugador y sus dos goles en la victoria por 4-3 para los hombres de Alex Ferguson en 2002 fueron un punto culminante en particular.
A su vez, Bielsa, elegido por la FIFA como uno de los tres mejores entrenadores del año, había declarado que estaba consciente de la naturaleza de la rivalidad entre los dos clubes y de lo mucho que significa el partido para la afición de Leeds: “Lo que sucede en la cancha puede tener un gran impacto en la afición”, dijo. “Aumenta la responsabilidad y multiplica las ganas de imponerse”.
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