Este jueves se jugó el tercer boleto para las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, celebradas en la burbuja de Orlando, Florida. Los protagonistas de este partido fueron Atlanta United de Estados Unidos y América de México.
Las Águilas, máximas ganadoras de la competencia internacional, llegaron como favoritos para conseguir el pase a la siguiente ronda. Sin embargo, tenían que sacar de su mente la dolorosa eliminación de las Chivas de Guadalajara, su acérrimo rival, en los cuartos de final de torneo local.
Lo bueno para el tercer lugar del campeonato mexicano es que empezaron el encuentro con una aplastante ventaja de tres goles que trajeron del partido de ida (3-0), serie que comenzó en marzo en el Estadio Azteca y fue suspendida por la pandemia de COVID-19. Además, de anotar un gol, obligaban a los estadounidenses a hacer más de cinco dianas para conseguir un pase a la antesala de la final.
En cambio, el equipo de Georgia no pasa por sus mejores momentos. A pesar de que hace unos años consiguieron el título de la Major League Soccer (MLS), su temporada en 2020 terminó pronto al no poder calificar a los Playoffs por su indecorosa posición en la Conferencia del Este (12°).
Aún así, el inglés Stephen Glass, técnico interino de Atlanta, planteó un partido complicado para los azulcremas. Desde el primer minuto del duelo acorralaron a sus rivales en su terreno de juego para tener más acciones de gol y acortar la ventaja de los mexicanos.
Durante los primeros 20 minutos, el plan del club estadounidense parecía dar frutos, pues el portero Guillermo Ochoa tuvo que intervenir en dos ocasiones para que no cayera su arco. No obstante, los pupilos de Miguel “Piojo” Herrera esperaban, como las águilas mexicanas, a que su presa se descuidara para poder hacerle daño.
El problema de Atlanta fue su ímpetu por anotar los tres goles para empatar la serie, pues les nubló la cabeza para poder horadar la portería de los capitalinos. Por ello, los de Coapa se fueron al descanso sin sentirse incómodos y dejando que su mayor aliado, el cronómetro, siguiera su curso hasta el final de los 90 minutos.
El entrenador británico tenía que hablar con sus futbolistas en los vestidores para calmar sus ansias y enfocarlos en anotar el primer gol. Sin embargo, en el inicio de la segunda mitad, su equipo se limitó a mandar centros al área azulcrema, que fácilmente eran rechazados por la zaga.
Las Águilas, sin prisa, sólo esperaban a que los estadounidenses se acercaran. Aunque cedieron la iniciativa, el buen parado de su defensiva, que no permitió un centímetro de libertad, ayudó para que no hubiera acciones importantes de gol.
No obstante, la reacción de los de Georgia llegó en los minutos finales del encuentro (82′). El estadounidense George Bello, después de ganar un rebote en los linderos del área, mandó un centro para el británico Jackson Conway. El delantero entró solo y con un solido cabezazo venció a Ochoa (1-0), en lo que significó la única anotación del encuentro.
Pero el gol, en vez de ser un aliciente para buscar la remontada, aumentó el nerviosismo de los futbolistas de Atlanta. El argentino Marcelino Moreno, en un encontronazo, cometió una agresión sobre un jugador americanista y el árbitro lo expulsó del campo.
Con este resultado, América es el segundo de los tres equipos mexicanos que pasa a las semifinales. Ahora solo tiene que esperar a que termine el duelo entre Los Angeles FC y Cruz Azul para conocer a su próximo rival.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS