Aquel 25 de noviembre en el que murió en su habitación de la casa del barrio cerrado San Andrés, de Tigre, Diego Maradona tenía un tesoro oculto debajo de la cama, en una humilde caja de zapatillas. Lo confirmó Mauricio D’Alessandro, abogado de Matías Morla, apoderado del astro hasta el día de su fallecimiento. La misma contenía las pertenencias más íntimas y preciadas del Diez. Y se la llevó de la propiedad “un familiar”, según precisó el letrado en una entrevista con América Noticias.
En la casa que habitaba en Brandsen, cerca de Estancia Chica, predio de entrenamiento de Gimnasia La Plata, el ex enganche tenía una caja fuerte amplia, más allá de que sus efectos personales los tenía en su mesita de luz. Para el momento de la mudanza forzada a zona Norte, tras la operación por un hematoma en la cabeza, “le encargaron a Verónica Ojeda que comprara dos cajas fuertes y compró una. Diego, desconfiado con las cosas que más quería, agarró una caja de zapatillas de la marca de las tres tiras y las puso abajo de la cama. Como no salía, y estaba deprimido, la tenía ahí abajo”, reveló D’Alessandro.
¿Qué contenía la misteriosa caja? Según pudo averiguar Infobae, entre los valores más importantes se pueden contar varios relojes de la marca Hublot, con la que tenía un contrato publicitario, la billetera y cadenitas de oro. La duda es si allí también estaba la joya más amada del astro, el “famoso anillo de los 300.000 dólares” que le regalaron cuando asumió como “presidente del fútbol del Dínamo Brest de Bielorrusia.
En principio, se creía que había quedado en su casa en Campos de Roca, pero no hay certezas. “La única que sabía era Monona, la cocinera, a la que le había tomado cariño, como el de una madre; Diego tenía esa cuestión de afecto”, agregó el abogado. “Cuando muere Maradona se arma un despelote en su casa. La caja estaba abajo de la cama, Monona se zambulle abajo de la cama y se la queda así, se abraza, porque era lo que Diego le había confiado”, continuó con la narración.
“Cuando se llevan el cuerpo, Monona seguía con la caja. De golpe se empiezan a ir todos y quedan familiares de los más íntimos. Y a uno ella le da la caja. Esa persona se lleva la caja”, concluyó D’Alessandro. Para el letrado, el especial cuidado que tenía por el contenido del recipiente corrobora que el ex DT “estaba lúcido”.
Por lo pronto, las joyas y relojes de Maradona se encontraban registrados, por lo que deberían ingresar en la sucesión. Este jueves se desarrollará el primer encuentro entre Sebastián Baglietto, el administrador de la herencia, el citado Morla y la contadora Andrea Trimarchi.
Los representantes legales de los herederos se reunieron con el juzgado que entiende en la sucesión y propusieron a Baglietto, el nombre que contó con mayor consenso entre los cinco hijos reconocidos hasta el momento (Dalma Gianinna, Jana, Diego junior y Dieguito Fernando; pero hay al menos dos demandas por paternidad en proceso), aunque la elección, según pudo averiguar Infobae, no dejó a todos conformes.
En el cónclave, quienes gestionaban el día a día de Diego deberán poner sobre la mesa la documentación respecto de las cuentas bancarias, contratos y bienes que disponía el fantasista hasta el mediodía de su deceso.
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