“Pensé en Niki Lauda, juré que yo no iba a terminar así, era imposible, mi última carrera no puede ser así. Me volví a sentar, vi la muerte y pensé que eso era todo, que iba a morir”.
Todo pasó en unos pocos segundos para Romain Grosjean. La línea entre la vida y la muerte fue una decisión para el piloto de Fórmula 1. Su rápido accionar y el de los encargados de seguridad de la categoría salvaron su vida. El golpe a bordo del Haas pudo haber sido trágico. Pasó algunas horas internado y luego con un tratamiento ambulatorio en sus manos.
A 11 días de aquel golpe Gran Premio de Bahréin, el francés se sacó las vendas de la mano derecha y mostró cómo quedó tras las quemaduras que sufrió en ese incendió que se desató en su monoplaza luego del poderoso impacto apenas comenzaba la carrera. “El 50% está de vuelta. Maldita sea, me hace muy feliz tener mi mano derecha libre de vendajes. Montones de crema todo el día, pero se siente bien verla en tan buena forma. Estoy esperando que mi mano izquierda se recupere ahora”, escribió en un posteo de Instagram donde compartió las fotos.
Según indicó el medio Daily Mail, el impacto de Grosjean se desarrolló cuando su vehículo iba a 225 kilómetros por hora. Las imágenes de ese momento hablaron por sí solas: una imponente bola de fuego rodeó la escena y se vivieron segundos de dramatismo hasta que finalmente el corredor salió por sus propios medios, mientras era ayudado por los auxiliares del circuito. El halo –el componente protector que se agregó a los vehículos en 2018– fue clave para que el hombre de Haas salvara su vida.
Milagrosamente, el resultado de ese choque fueron algunas quemaduras en el dorso de sus manos. “Lo recuerdo todo. Recuerdo el golpe y, a pesar de las cifras impactantes de 53G (de fuerza del impacto), a mí no me pareció tan violento. Recuerdo desabrocharme el cinturón, intentar salir del coche y no poder porque estaba atascado. Pensé que tal vez podía estar bocabajo y que ya vendrían a por mí sin problema, así que me volví a sentar. Esperé un poco, miré a mi derecha y vi un color naranja muy fuerte, pero al principio no entendí lo que pasaba. Luego me di cuenta de que era fuego, intenté salir por la derecha pero no pude; intenté salir por la izquierda y tampoco, así que me volví a sentar”, dijo en una entrevista que brindó días después al Canal+ de la televisión de su país.
Pasó tres noches internado y desde sus redes mostró el día a día de la evolución de sus manos, en las que tuvo un abultado vendaje. En las últimas horas se quitó la protección de la mano derecha y ahora resta saber cómo evolucionará su extremidad izquierda. Independientemente de esto, su estado de salud en general es bueno y se espera que el deportista de 34 años no tenga mayores secuelas.
Sin embargo, todo este suceso significó que deba despedirse de la Fórmula 1 sin estar en la pista. Luego de ocho temporadas de manera ininterrumpida en la Máxima con sus participaciones en Lotus y Haas, Grosjean no renovó el contrato con la escudería norteamericana y el 2021 será reemplazado por el alemán Mick Schumacher y el ruso Nikita Mazepin. Mientras tanto, su butaca es ocupada por el brasileño Pietro Fittipaldi para cerrar el calendario 2020.
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