Ni el más capaz guionista de cine pudo haber escrito el libreto de lo que pasó este domingo en el Gran Premio de Sakhir, en Bahréin, penúltima fecha de la temporada de la Fórmula 1. Sergio Pérez está en una olla de presión y aún no tiene confirmada su continuidad. Hasta analiza un año sabático si en 2021 no puede correr en Red Bull. Pero en una carrera que era para el olvido, el mexicano quedó último tras un toque inicial y ganó por primera vez en la Máxima. Pasó de la agonía al éxtasis en las 87 vueltas y ahora Checo está más vivo que nunca en sus once temporadas en la categoría.
El lunes pasado Pérez dio una conferencia de prensa donde dejó en claro la decisión sobre su futuro. No se le cayó ningún anillo al admitir que si debía parar una temporada y retornar en 2022, lo iba a hacer. A sus casi 31 años (26/01/1990) siente que merece algo más en la F1. Continuar con Racing Point, el equipo de los “Mercedes Rosas” por su similitud con los autos alemanes, era una posibilidad. Pero, según explicó el corredor azteca, el equipo con base en Inglaterra hizo uso de la opción para rescindir el contrato sin penalidad (ambas partes tenían esa cláusula).
Checo –como se lo conoce- anunció en septiembre que se quedó sin equipo para la venidera temporada. Comenzó a negociar con otros equipos y el panorama se le complicó a medida que se confirmaron las plazas. Las dos alternativas más fuertes fueron Haas y Red Bull. La escuadra estadounidense reclutó a los jóvenes Mick Schumacher, el hijo del heptacampeón, y al ruso Nikita Mazepin, cuyo padre hizo, el magnate Dmitry Mazepin, hizo todo lo posible para que su hijo llegara a la F1 y lo consiguió.
“Habrá que disfrutar de estas dos carreras como si fuesen mi últimas en la F1”, reconoció Pérez. Está mentalizado de que 2021 lo puede tener mirando las carreras por TV. Llegó a esta penúltima fecha con un pie afuera de la categoría. Pero el sábado trascendió una foto donde apareció en el sector corporativo de Red Bull hablando con Helmut Marko, asesor del equipo austriaco. Las especulaciones crecieron, aunque la declaración del piloto de Fórmula 2, Yuki Tsunoda, puso paños fríos. “Aún no se hizo el anuncio”, dijo luego de ser segundo en la carrera del domingo de la promocional y tras ganar el día anterior. El japonés es el protegido de Honda, que hasta fines del año próximo le entregará motores a RB. La fábrica nipona lo quiere como titular en el venidero ejercicio.
Este domingo Pérez largó quinto y a los pocos metros el público mexicano se quedó sin respirar. Es que se vio involucrado en un triple toque donde abandonaron Charles Leclerc y Max Verstappen. Pero Checo no se rindió y consiguió volver a la pista. Quedó 18º y último, pero repuntó. Se encontró puntero cuando los Mercedes pararon y su equipo confundió las gomas que le debió poner a cada piloto, lo que obligó un nuevo ingreso de ambos. Fue cuando George Russell, que corrió con el Mercedes de Lewis Hamilton (ausente por COVID-19), remontó desde el quinto puesto y se puso a tiro para sobrepasar al mexicano. Aunque una pinchadura en la rueda trasera izquierda en el monoposto del inglés, lo hizo entrar otra vez a los boxes.
Y llegó la revancha para Checo, luego de varias frustraciones por fallas en la estrategia de su equipo. En medio de la incertidumbre sobre su futuro, logró el tan ansiado primer triunfo en la F1 y le devolvió la alegría a su país luego de 50 años, cuando el recordado Pedro Rodríguez de la Vega ganó en Bélgica en 1970.
“Espero que no sea un sueño. Soñé tantos años con esto. ¡Diez años! Sé que Mercedes tuvo problemas, sobre el final el ritmo del auto era muy fuerte para perder la carrera. Esto me da más paz y mi futuro no está en mis manos. Quiero seguir y si no, volveré en 2022”, indicó Checo, que podrá estar o no en la F1 en 2021, pero nadie le quita lo bailado luego de su triunfo.
El hijo de un proyecto
Sergio Pérez no es un paracaidista. Es verdad que la carrera de este domingo tuvo connotaciones especiales. La baja de Hamilton y los errores de Mercedes no suelen verse en el equipo que domina la F1 desde 2014 con el inicio de la era híbrida de motores (a combustión y eléctrico). Sin embargo, para llegar a este día histórico hubo un largo proceso que se inició cuando Checo era un niño.
Hijo de Marilú Mendoza y Antonio Pérez Garibay, ex piloto y preparador de autos de carreras, hermano menor de Paola y Antonio Pérez, también piloto y participante de la NASCAR México, su destino estuvo marcado. El más chico de esta familia de Guadalajara mamó desde chico la velocidad y los motores.
Empezó a correr en karting a los seis años y pronto brilló. Fue así que la federación mexicana le dio permisos para competir en divisionales con chicos más grandes que él. Y en 1997 se convirtió en el piloto más joven en ganar el Campeonato Juvenil. En 2001 se consagró en la categoría de 125 cm3. Por sus éxitos fue reclutado por la Escudería Telmex, fundada por el magnate mexicano Carlos Slim y que es una organización que apoya a pilotos latinoamericanos, en su mayoría mexicanos. El aporte llega de empresas privadas y esto fue clave en la campaña de Pérez, como la de su compatriota, Esteban Gutiérrez.
En 2007 fue campeón en la división menor de la Fórmula 3 Británica, la tradicional promocional donde se consagraron Jim Clark, Jackie Stewart, Ayrton Senna, Mika Häkkinen, Rubens Barrichello y Daniel Ricciardo, entre otros. Tres años más tarde fue subcampeón de la GP2 Series (actual Fórmula 2) detrás de Pastor Maldonado. Ambos llegaron a la F1 en 2011 y el venezolano fue hasta este domingo el último latinoamericano en ganar una carrera en la Máxima, en España 2012 (última victoria de Williams en la F1).
Ese año Checo fue segundo en Malasia y plasmó el primero de sus diez podios. Pasó a McLaren en 2013, aunque no tuvo buenos resultados. Desde 2014 estuvo ligado a su actual escudería, cuando en ese momento se llamaba Force India. Logró posicionarse en la F1 donde en ocho de sus diez temporadas culminó entre los diez primeros. Esto le permitió mantener sus patrocinantes y ser una posibilidad para equipos necesitados de capitales como el caso de Haas o Williams, hoy los dos peores de la categoría. Aunque ambos confirmaron sus alineaciones para 2021 sin Pérez entre ellas.
El domingo 6 de diciembre de 2020 quedará en la historia. Por la primera ausencia de Lewis Hamilton. Por los errores de Mercedes (pareció ser otro equipo). Porque los tiempos de vuelta fueron menos a un minuto en un circuito perimetral. Pero también para el automovilismo latinoamericano que volvió a la victoria en la F1.
“Espero que Checo esté mirando por TV”, dijo por radio en la vuelta de honor en referencia a su hijo Sergio Pérez Jr., fruto de su matrimonio con Carola Martínez, también madre de Carlota. Su familia, la que siempre estuvo en los malos momentos, es la que tiene mayores motivos para festejar esta victoria que ubica al piloto mexicano en la cuarta posición del Campeonato de Pilotos, con dos carreras menos sus ausencias por COVID-19.
El caso de Pérez es un ejemplo de que cuando hay un proyecto a largo plazo con patrocinantes comprometidos, un piloto fue llegar al gran circo. Fue lo que pasó hace 50 años con la Argentina con el equipo del Automóvil Club Argentino que tuvo apoyo del Estado, y que permitió que Carlos Alberto Reutemann corriera en Europa y luego debutara en la Máxima. Lole terminó con un subcampeonato mundial en 1981. Checo al menos logró su merecida primera victoria, que se hizo esperar y ahora tiene el mejor pergamino para luchar por su continuidad en 2021.
Lo que dejó Sakhir.
Lo mejor. Carrera entretenida. Hubo tres líderes (George Russell, Valtteri Bottas y Sergio Pérez). La falta de Lewis Hamilton abrió el juego, pero, más allá del talento del inglés, también desnudó otra vez el potencial de su auto. A bordo, la remontada final de Russell tras la fallida parada, iba a terminar en victoria si no se le pinchaba la goma trasera izquierda.
Lo peor. El error de Mercedes en las detenciones de George Russell y Valtteri Bottas. ¿Por qué hacer ingresar a los dos juntos? Esto pudo haber generado la confusión de las gomas que iban para cada coche. Pareció ser otro equipo. La antítesis de la perfección que suele mostrar desde 2014.
El destacado. Esteban Ocon. El francés largó 11º y terminó segundo. Fue su primer podio en la categoría. Sus puntos ratificaron a Renault en el quinto puesto en el Campeonato de Constructores delante de Ferrari, que se encamina a igualar su peor posición histórica en esa tabla, algo que solo pasó en 1973…
Lo que viene. El próximo fin de semana se termina la temporada en Abu Dhabi, en el circuito de Yas Marina. Habrá que ver si Lewis Hamilton tiene el alta para retornar. Mientras que Valtteri Bottas y Max Verstappen lucharán por el subcampeonato. Será el cierre de un calendario modificado por la pandemia de COVID-19 y que en 2021 espera tener un total de 23 carreras.
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