En su regreso al boxeo a más de 15 años de su última pelea oficial, Mike Tyson se mostró en gran forma y dejó muy buenas sensaciones. Sus 54 años no parecieron pesarle en absoluto. La pelea de exhibición ante Roy Jones Jr. tuvo veredicto nulo de los jueces pero muchos especialistas coincidieron en que Iron Mike fue claro ganador. Al término de esta esperada presentación, la leyenda de los pesos pesados hizo una confesión: fumó marihuana antes de subir al ring.
Durante la rueda de prensa posterior al combate, cuando un periodista de USA Today le preguntó si había consumido cannabis antes de presentarse en el cuadrilátero, Tyson fue contundente: “Absolutamente, sí. No puedo dejar de fumar”.
Fue una respuesta que no ha sorprendido demasiado porque de cara a esta velada, que tenía carácter amistosa desde lo reglamentario (asaltos de dos minutos, no se podía noquear), hubo salvedades en los controles antidopaje: la Agencia Voluntaria Anti Dopaje (VADA) dejó estipulado que no iba a intervenir si detectaba cannabis en los testeos.
“Fumaba durante las peleas. Solo tengo que fumar, lo siento. Soy fumador... Fumo todos los días. Es lo que hago y cómo soy y cómo voy a morir”, agregó Mike Tyson, quien ya hace varios años encabeza un proyecto de cultivo de esta planta en California, donde se llevó a cabo el evento y el consumo es legal. El famoso púgil es dueño de un predio de 16 hectáreas de tierra fértil, ubicadas a 60 kilómetros al suroeste del Parque Nacional Death Valley, donde planta cannabis y explota su negocio.
Con respecto a los efectos que le causa la marihuana al momento de subirse al ring a pelear, Iron Mike dio algunos mínimos detalles: “No me afecta negativamente. No hay explicación. No hay principio, no hay final... simplemente me calma, pero no alivia el dolor”.
No es la primera vez que el cannabis aparece en escena en deportes de contacto de élite. Hay atletas que confían en la marihuana como una ayuda para la recuperación, sobre todos en las artes marciales mixtas (MMA). “Es aceite de CBD. Ayuda al proceso de cicatrización, inflamación y todo eso”, había explicado Nate Diaz, ex campeón de la UFC, la vez que prendió un cigarillo en un evento público previo a uno de sus combates.
De todas formas, la legalización de la marihuana no ha cambiado la percepción de las agencias que regulan los controles antidoping en el deporte. La Agencia Antidopaje de EEUU (USADA) y otras entidades a cargo de estas regulaciones la tienen en su lista de sustancias prohibidas. En el caso de los boxeadores, deben tener el cannabis “fuera de su sistema” a más tardar 12 horas antes de una pelea, y deben permanecer “limpios” hasta después de la campana final.
En mayo de 2019, más de 150 atletas (con Mike Tyson incluido) apoyaron una petición para eliminar la marihuana de la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Pero al parecer pasará bastante tiempo antes de volver a ver un evento donde haya marcas vinculadas al cannabis como patrocinadores sobre el cuadrilátero o con cantantes fumando en pleno show, como lo hicieron los raperos Snoop Dogg y Wiz Khalifa. Ni hablar de uno deportistas consumiendo marihuana antes de competir. Es algo que solo Mike Tyson hizo posible.
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