Es uno de los objetos más codiciados de los fanáticos del deportes. Un símbolo que excede los colores. La camiseta que usó Diego Maradona en el partido frente a Inglaterra en el Mundial de México se convirtió en un fenómeno global que acapara la atención de todo el planeta.
En este contexto, el ex futbolista inglés Steve Hodge, dueño de la histórica vestimenta que usó el Diez en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 1986, aclaró que la remera “no está a la venta” y expresó su enojo por la versión que circuló desde el fallecimiento del crack internacional sobre la posible comercialización de aquella.
“Es algo irrespetuoso y totalmente incorrecto. La camiseta no está a la venta. La tuve durante 34 años y nunca intenté venderla”, aseguró Hodge, quien intercambió su indumentaria con el capitán argentino luego del épico partido disputado en el estadio Azteca, tras el triunfo de la Albiceleste por 2-1.
En declaraciones a la radio BBC, el ex volante británico agregó que la histórica camiseta azul de Argentina tiene “un valor sentimental increíble”. “Tuve gente en la puerta de mi casa y el teléfono suena constantemente. Ha sido incómodo y desagradable. Además, vi artículos en internet y recibí críticas porque decían que quería uno o dos millones por la camiseta”, lamentó.
La casaca en cuestión está en exhibición en el Museo Nacional del Fútbol de Manchester. Consultado por la actuación de Maradona en aquel partido, Hodge afirmó que jamás juzgaría al ídolo popular por el primer gol que convirtió con la ayuda de su mano. “Nunca lo culpé por ese gol. Ni una sola vez”, reveló el jugador que fue el responsable del rechazo que terminó en el puño izquierdo del astro argentino.
“Me di la vuelta pensando que Peter (Shilton) podría salir y atrapar la pelota, pero Maradona apareció de la nada. Un delantero normalmente se ralentiza con un gran portero que sale, ya que puede pensar que podría lastimarse, pero Diego no lo hizo. Era tan valiente como un león”, advirtió el rival de aquella tarde, y consideró que el astro surgido de Fiorito era un jugador “de otro planeta”.
Hodge también fue testigo directo de la segunda conquista de Maradona, que luego fue considerada el gol del siglo. “Tuve el privilegio de estar cinco yardas (casi cinco metros) detrás de él hasta el final del segundo gol. En todos los rincones del mundo era respetado y la gente apreciaba su genio. Ese partido nunca se olvidará en la historia del fútbol”, concluyó.
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